EFE | LA PRENSA.- Al menos 12 bebés, que habían nacido prematuramente y se encontraban en incubadoras, han muerto a causa de un incendio en un hospital del oeste de Bagdad, según el Ministerio de Sanidad iraquí.
El portavoz de Sanidad, Ahmed al Radini, explicó en declaraciones a la prensa que pudieron ser evacuados del Hospital Al Yarmuk 29 mujeres y siete niños.
Según explicó una fuente policial, que elevó a una veintena la cifra de bebés fallecidos, el humo se propagó por el centro y llegó a la sala de incubadoras del área de maternidad.
Los primeros informes apuntan a que el fuego, que provocó grandes destrozos, se debió a un cortocircuito en el vestíbulo del hospital.
No obstante, las autoridades han formado una comisión para investigar las causas del incendio y esclarecer si fue accidental o intencionado.
Los servicios de seguridad acordonaron el perímetro mientras los equipos médico-legales inspeccionaban la sala incendiada. Los familiares, enfadados, se concentraron frente al establecimiento, a la espera de que las autoridades les dieran más información.
Debido a la corta edad de los fallecidos y de los daños causados por el fuego, los cadáveres resultan difíciles de identificar, lo que acentúa el dolor de padres y allegados.
Um Ahmed acudió al hospital para visitar a una pariente que acababa de dar a luz. El recién nacido murió en el incendio y la madre sufrió quemaduras, según ha explicado Ahmed. «Nos han dicho: ‘Lo encontrará en la cámara frigorífica'», ha declarado. «Lo encontré en una pequeña caja de cartón pero ni siquiera estoy segura de si es el niño«, ha agregado la mujer, vestida de negro.
Jasem Latif al Hijami, responsable de la Dirección de Salud de Bagdad, ha indicado que «el hospital es muy antiguo y no está equipado contra incendios«. La mayoría de los hospitales públicos de la capital iraquí sufren una falta de servicios de calidad, lo que lleva a numerosos iraquíes a utilizar establecimientos privados. La falta de servicios públicos de calidad en materia de sanidad, agua y electricidad motivó una serie de manifestaciones el año pasado.
El mes pasado, las autoridades fueron blanco de críticas después de que un atentado suicida en un barrio de la capital costara la vida a 320 personas. El ataque, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico, causó un enorme incendio en las calles y comercios aledaños. Los testigos denunciaron la lentitud con la que reaccionaron los bomberos.