Agencias | La Prensa.- El italiano Vincenzo Nibali se impuso por delante del español Mikel Landa, en la etapa reina del Giro de Italia, de 222 kilómetros, entre la localidad de Rovetta y de Bormio, en la que el holandés Tom Dumoulin (Sunweb) mantuvo la maglia rosa de líder a pesar de que tuvo un percance intestinal que le obligó a parar en mitad de la etapa. El holandés tuvo que pararse durante un minuto a falta de 30 kilómetros para la meta y vio bajar su ventaja de los 2.41 minutos de la decimoquinta etapa a 24 segundos.
Antes de la salida, en Rovetta, los 174 corredores se pararon para respetar un minuto de silencio en honor al motociclista Nicky Hayden, la atleta de triatlón alemana Julia Viellehner y las 22 víctimas del atentado del pasado lunes en Manchester. Los corredores salieron lanzados y, tras mantener una velocidad media de 50 kilómetros por hora en los primeros 60 minutos, llegaron al paso del Mortirolo con los españoles Luis León Sánchez (Astana), Omar Fraile (Dimension Data) y Mikel Landa en el grupo de los primeros. Allí, se asistió a un momento de gran deportividad por parte de Fraile, que no disputó el paso a León Sánchez para que éste llegara primero a la cima del Mortirolo y homenajeara a su excompañero Michele Scarponi. El ciclista italiano iba a ser el capitán del equipo Astana, pero falleció trágicamente el mes pasado tras sufrir un accidente de circulación mientras entrenaba y los organizadores del Giro decidieron dedicarle el histórico Mortirolo. Tras superar la primera subida del día, los corredores llegaron al simbólico Stelvio, con Landa que pasó primero por la denominada «Cima Coppi», la más alta del Giro de Italia con sus 2758 metros de altura. En la bajada, el costarricense Andrey Amador tomó la iniciativa y formó con Landa una pareja al mando de la etapa con un grupo de cinco corredores, entre ellos el español Igor Antón (Dimensión Data) y el colombiano Winner Anacona (Movistar), que les perseguían a 30 segundos de distancia. La prueba de hoy tuvo su momento de máximo espectáculo en la bajada del Umbrailpass, cuando Nibali y Quintana se descolgaron del grupo para perseguir a un Landa que estaba protagonizando una prestación extraordinaria y que se había hecho con la cabeza de la prueba en solitario. El Tiburón Nibali y Quintana recortaron más de un minuto de distancia en pocos kilómetros y el italiano fue quien demostró tener más energías para alcanzar a Landa, lo que le permitió abrir una batalla al esprint en los últimos metros de carrera. Allí, la etapa se decidió en la última curva, cuando Nibali logró superar a Landa pasando por el lado interior y terminó precediendo al vasco del equipo Sky por cuestión de centímetros. A unos 30 kilómetros del final, Tom Dumoulin tuvo que pararse un minuto por un problema intestinal, lo que provocó su separación del grupo de los mejores, quedándose a un minuto y 35 minutos de ellos. Tras volver a pedalear, el holandés dio la sensación de estar falto de energías aunque, con un gran esfuerzo, consiguió llegar a la línea de meta con un retraso de 2,17 minutos y mantener su «maglia rosa». El holandés cuenta ahora con 31 segundos de ventaja sobre Quintana y con 1.12 minutos sobre Nibali en la clasificación general. La decimoséptima etapa se disputará este miércoles entre Tirano y Canazei, de 219 kilómetros, con un comienzo que verá a los corredores transitar por las duras subidas de Aprica y Paso del Tonale y que terminará con una bajada de un kilómetro.