Ana G. León | LA PRENSA.- Óscar Acosta estaba sentado junto a su mamá en el estacionamiento de la Emergencia del hospital; ambos esperaban a su abuelo que era operado de una hernia discal. Sus rostros de cansancio reflejaban la visita a 10 farmacias buscando un analgésico para el señor tras la cirugía.
“Algunas medicinas las hemos encontrado y otras, cuando por fin las tenemos a la mano vemos que cuestan un ojo de la cara”, relató Acosta.
Para nadie es un secreto que la crisis ha deteriorado la distribución de las medicinas en el país. Según cifras de la Federación Farmacéutica, 85% de las medicinas escasean, entre ellos los analgésicos.
Las personas que sufren de dolores musculares, fiebre, o dolores en los huesos usan los analgésicos para apaciguar el malestar en el cuerpo y poder llevar la enfermedad u operación con mejor actitud.
William Velazco, vicepresidente de la Federación, indicó que la producción nacional no va de acuerdo con la realidad de la demanda actual y que un 70% de las medicinas hechas en Venezuela escasean.
“El Gobierno necesita orientación con respecto a la crisis de medicamentos y no lo quiere entender. Ya no se producen medicinas con la misma rapidez y calidad de antes”, manifestó Velazco vía telefónica.
El doctor Farley Hernández, traumatólogo con más de 30 años de experiencia, explicó que en la actualidad ya no existen otros remedios que puedan curar las dolencias.
“La única manera que alguien disminuya el dolor que siente es a través de los analgésicos, no existe un paño de agua fría o un remedio casero para aliviar las dolencias”, dijo Hernández.
Los pacientes de Hernández se quejan de no encontrar medicinas, pero él insiste en que la gente debe patear calle para hallarlas.