Un estudio llevado a cabo este año por el Instituto de Investigaciones de la Información y la Comunicación (IDICI) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) ha dado a conocer la creciente preferencia de los venezolanos por el consumo de entretenimiento a través de plataformas de streaming.
La Encuesta Nacional de Consumo Cultural 2025, realizada en julio de este año por el Observatorio Nacional de Comunicación y Cultura del IDICI, detalló una visión actualizada de las prácticas y comportamientos de distracción en el país.


Si bien más del 71% de los ciudadanos afirmó ver televisión y el 55% escuchar radio, el uso de plataformas de streaming se consolida como una práctica casi diaria para la mayoría, pues el 56,8% de los venezolanos recurre a ellas para disfrutar de series, películas u otro tipo de programación.
Este sondeo subraya que el acceso a estos contenidos audiovisuales se ve profundamente influenciado por el auge del streaming y, de forma notable, por el uso de la pantalla de los dispositivos móviles.


Auge del streaming en el consumo cultural nacional
La investigación se llevó a cabo con una muestra de 800 personas mayores de edad, tanto hombres como mujeres, en los 23 estados de Venezuela. Además de identificar las fuentes de entretenimiento, el estudio profundizó en los dispositivos utilizados, teniendo que los televisores inteligentes representan el 86,3% y los teléfonos celulares el 41,7% de las herramientas más habituales empleadas por los encuestados para acceder a los contenidos digitales.
El director del IDICI, Gustavo Hernández, destacó la importancia del informe, describiéndolo como un «valioso insumo» para toda la industria cultural del país, abarcando desde canales de televisión y editoriales hasta creadores de contenido y cineastas. Agregó que este sondeo representa un «retrato importante del siglo XXI» que aborda una dimensión poco examinada del comportamiento social y que complementa otros estudios clave de la UCAB.
En el mismo contexto, el profesor Jesús Lovera señaló que, a pesar de la dificultad económica del país, la población sigue consumiendo cultura, a menudo como un medio para «olvidar las vicisitudes», siendo el factor tiempo la principal barrera para quienes no acceden.


