Anggy Murillo | LA PRENSA DE LARA.- De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 450 millones de personas se ven o han visto seriamente afectadas por un problema de salud mental. El organismo estima además, que 1 de 4 personas experimentará algún trastorno mental a lo largo de su vida. Cifra que para la coordinadora médica de la ONG Médicos Sin Fronteras, Ángela Ramírez, es alarmante, por lo que destaca que los profesionales de la salud se encuentran en deuda con esta población, pues muchos carecen de capacitación para abordar a los pacientes.
Explica que a nivel mundial y de acuerdo con la OMS, sólo el 1% de los trabajadores de los centros asistenciales están en la capacidad de poder brindar un tratamiento adecuado.
«Es un trabajo que se debe realizar desde la identificación del caso, de la sensibilización de los cuidadores, de todos nosotros como sociedad, de que hay alguien que está sufriendo una condición mental y que necesita ayuda. Muchas veces sólo con escuchar a la otra persona ya puedes ofrecer un alivio», explicó.
Este déficit también se extiende a las instituciones como tal, pues si bien es cierto que existen las infraestructuras para atender a los pacientes con enfermedades mentales crónicas, estas tampoco están aptas para curarlos, por el contrario, pueden agudizar su situación.
«En general, a nivel mundial existe un déficit de instituciones, existe un déficit de prestadores de servicio. Ese es un objetivo mundial, el formar más personas. Nuestro objetivo no es que el paciente termine institucionalizado, no es que el paciente requiera una hospitalización, es que el paciente pueda manejar su condición y tener su tratamiento de manera que pueda continuar con su vida normal», destacó la especialista.
Detectar enfermedades mentales sigue siendo difícil y un tabú en muchas partes del mundo. Pues los pacientes por temor incluso a ser discriminados, prefieren no solicitar ayuda psicológica o psiquiátrica a sus problemas.
La pandemia por el covid ha generado que los casos de personas con problemas de salud mental se incrementen o incluso lleven a agravar los ya preexistentes, como el caso del alzheimer, la esquizofrenia, los trastornos bipolares o los de ansiedad y depresivos.
«Las situaciones derivadas de dos añ;os de pandemia marcados por el miedo, la incertidumbre, la muerte, el no poder despedir a familiares, la falta de contacto social y las consecuencias económicas han impactado gravemente en nuestro bienestar emocional», resalta la ONG Aministía Internacional en un informe publicado el pasado 17 de marzo.
En la frontera tachirense
En un trabajo realizado por Médicos Sin Fronteras en la Comuna Socialista La Guadalupe, municipio Bolívar, entre agosto de 2021 y abril de 2022, se atendieron 92 consultas psicológicas. Los casos de ansiedad y de depresión fueron los más comunes.
