EFE | LA PRENSA.- El defensor del Pueblo, Tarek William Saab, aseguró hoy que su despacho está investigando lo sucedido con los 14 cadáveres hallados en la última semana en una fosa de la antigua Penitenciaría General de Venezuela (PGV).
«Cuál es el deber ser y lo está haciendo la Defensoría, investigar coordinadamente con el Ministerio Público para determinar la causa de esa situación, el porqué ocurrió», dijo Saab en una entrevista con Globovisión.
El pasado viernes la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela, informó que habían encontrado restos humanos enterrados dentro de una penitenciaría cerrada por el Gobierno de Venezuela hace más de cuatro meses, en el marco de un proceso de pacificación iniciado por las autoridades hace cinco años.
La antigua cárcel venezolana fue por años una de las más violentas y peligrosas del país, liderada por prisioneros fuertemente armados que ejercían el control bajo torturas, y el cobro de impuestos a los internos.
A mediados de 2011 el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez reconoció los graves problemas de los centros carcelarios del país y creó el Ministerio de Servicios Penitenciarios que tiene como misión la refundación de las prisiones del país.
Saab aseguró que «con las fallas que aún tiene» hay «grandes avances en esa materia».
«Todavía nos queda un camino por recorrer, dios mío, yo no lo he negado, igual que en todo el sistema de protección de derechos humanos nos queda un camino por recorrer», matizó.
Las autoridades afirman que más de 90 % de las cárceles del país han sido pacificadas, y que prevén alcanzar el 100 % antes de 2020.
Aún siete prisiones, las más peligrosas y como mayor población en el país, siguen bajo el antiguo régimen, controladas por los reclusos armados que operan intramuros centros del tráfico de armas, drogas, extorsión, y secuestro.