AFP | LA PRENSA.- Trece personas murieron y unas 700 han sido rescatadas luego del devastador paso el miércoles del huracán María por Puerto Rico, que batallaba el viernes 23 septiembre con peligrosas inundaciones y quedó completamente sin energía, agua potable e incomunicado.
«Parte de la isla carece de comunicaciones, así que lo que tenemos son algunas evaluaciones preliminares que dan cuenta de 13 muertos en esta coyuntura», dijo el gobernador, Ricardo Rosselló, a primera hora del viernes a CNN, aunque sin especificar las circunstancias.
«Nuestros esfuerzos ya han producido unos 700 rescates, así que nos estamos focalizando en eso«, añadió el gobernador.
El huracán, ahora de categoría 3 –tras llegar a la máxima de 5– ha dejado en total 33 muertos a su paso por el Caribe: a los de Puerto Rico, se suman dos víctimas en Guadalupe, 15 en Dominica y tres en Haití.
Pero es en Puerto Rico, un territorio autónomo estadounidense con 3,4 millones de habitantes, donde la situación es más grave porque persiste el peligro de inundaciones y deslaves.
En Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, indicó que algunas zonas de Puerto Rico podrían padecer más de un metro de lluvias derivadas de María.
«Tenemos muchas inundaciones y reportes de devastaciones completas en zonas de viviendas vulnerables. Aún está lloviendo», dijo Rosselló.
El presidente estadounidense Donald Trump declaró «Zona de Gran Desastre» a este territorio, lo cual libera fondos ilimitados de ayuda federal para una isla que desde mayo está en bancarrota.
Agua hasta el segundo piso
La noche del jueves, el alcalde de Toa Baja, Bernardo Márquez, dijo a la prensa local que ocho personas murieron ahogadas a causa de la inundación que se produjo cuando se abrieron las compuertas de la represa del lago La Plata.
«Son muertes por efecto de la inundación. Ahogados», dijo Márquez al diario El Nuevo Día.
Por el momento no era claro si este conteo estaba incluido en los 13 informados por el gobernador, puesto que los portavoces del gobierno tienen también dificultades para comunicarse.
Un video difundido en las redes sociales por una residente de esta municipalidad -próxima a la capital San Juan- muestra el agua llegando al segundo piso de su casa.
«Estamos atrapados, Dios no nos ayuda, no podemos hacer nada», decía la mujer, sin identificarse. «No podemos subir (al techo) a causa del viento, miren las oleadas de agua».
Al día siguiente las aguas habían bajado, pero las casas estaban llenas de lodo y los vecinos se habían puesto a limpiar.
«Todos vivimos la peor noche de nuestra vida, pero los boricuas tenemos una gran fuerza interior», dijo a la AFP Iris Rivera, de 53 años, en San Juan. «Todo el mundo está ayudando a limpiar, a dirigir el tránsito, a apoyar al vecino».
En tanto, Ocean Park, una zona turística de San Juan, estaba bajo el agua. Residentes en los segundos niveles de sus casas contemplaban la inundación mientras otros, en botes y kayaks, verificaban que sus vecinos estuvieran bien.
El gobierno declaró toque de queda nocturno y extendió hasta el sábado la Ley Seca.
El jefe de la Autoridad de Energía Eléctrica, Ricardo Ramos, dijo que puede tomar meses devolver la energía a la isla.
Paso por el Caribe
En su boletín de las 12H00 GMT del viernes, el Centro Nacional de Huracanes colocaba al huracán próximo a las islas de Turkos y Caicos, con fuerza de categoría 3 y vientos de 205 Km/hora, rumbo al Atlántico Norte.
El archipiélago, un territorio británico, ya padecía el jueves por las tardes fuertes lluvias y vientos.
El gobierno dispuso nuevos refugios luego de que varios edificios que se habían utilizado como tales durante el huracán Irma, a principios de mes, habían quedados dañados y eran inestables.
Mientras tanto, en República Dominicana, el ciclón dejó sin energía a unas 140.000 personas y causó inundaciones.
Se ordenaron desalojos en 26 de las 32 provincias del país, más de 17.000 personas fueron evacuadas, un puente colapsó y casi 3.000 viviendas reportaron daños.
La Oficina Nacional de Meteorología advirtió que los efectos de la tormenta se seguirán manifestando durante el fin de semana, a pesar de que el ojo de María está a 200 Km de sus costas.
«Los extensos campos nubosos del huracán María permanecen cubriendo el territorio nacional, acompañados de intensos aguaceros, tormentas eléctricas y ráfagas», señaló en un comunicado.
Tras su paso por las Antillas Menores, el huracán dejó además una catástrofe en Dominica, una pequeña isla del Caribe donde se reportaron 15 fallecidos y una veintena de desaparecidos.