AFP | LA PRENSA.- Vladimir Navarro pasó toda la noche trabajando en el sitio de una escuela colapsada en la Ciudad de México, donde los rescatistas aún intentan liberar a una niña atrapada, con la que ya han hecho contacto, y a cualquier otro sobreviviente.
Navarro dice que los rescatistas están «a sólo unos metros de distancia de llegar a los niños», pero los escombros son inestables.
«Tomar cualquier decisión es peligroso», dice Navarro, quien reclama una gran grúa para poder trabajar.
El terremoto de magnitud 7,1 del martes derrumbó la escuela y docenas de otros edificios en la Ciudad de México y mató al menos a 245 personas.
Más temprano, socorristas sacaron el cuerpo de una mujer de entre las ruinas de una escuela colapsada por el sismo de esta semana, en el mismo lugar donde se han concentrado las labores para rescatar a una menor que está con vida.
La Secretaría de Marina informa que se trata de una mujer de 58 años que trabajaba en el Colegio Enrique Rébsamen.
Hasta el momento se ha confirmado el fallecimiento de 26 personas en el edificio donde se impartían clases de primaria y secundaria, uno de muchas construcciones colapsadas por el terremoto de magnitud 7,1 del martes.
Tanto militares como civiles trabajan para rescatar a personas que siguen atrapadas entre los escombros.
Hasta ahora el sismo ha dejado en total al menos 245 muertos.
Los delicados esfuerzos para llegar a una niña atrapada entre los escombros de su escuela se prolongaron el jueves en México, en una vigilia transmitida por televisión, mientras los rescatistas se esforzaban en la oscuridad y bajo la lluvia para tratar de retirar los inestables restos y sacarla.
La imagen de sus dedos moviéndose a primera hora del miércoles se convirtió en un símbolo de esperanza que llevó a miles de profesionales y voluntarios a trabajar frenéticamente en docenas de inmuebles derribados en toda la capital mexicana y en estados próximos para buscar a sobrevivientes del terremoto de magnitud 7,1, que causó al menos 245 fallecidos y más de 2.000 heridos en el centro del país.
El número de víctimas mortales subió luego de que el alcalde de la Ciudad de México, Miguel
Ángel Mancera, confirmó que la cifra de fallecidos en la capital aumentó de 110 a 115 personas.
Un comunicado previo del gobierno federal habló de 230 muertos, 110 de ellos en la capital.
Dos mujeres y un hombre fueron rescatados con vida el miércoles en la noche, casi 36 horas después del sismo, de un edificio de oficinas que se vino abajo en el centro de la ciudad, agregó Mancera.
El presidente Enrique Peña Nieto declaró tres días de luto oficial, mientras soldados, policías, bomberos y ciudadanos de a pie seguían escarbando entre los escombros, a veces avanzando centímetro a centímetro con sus propias manos y otras ayudados por excavadoras y grúas para levantar pesadas losas de concreto.
“Todavía hay gente que se queja allí. Les faltan tres pisos para retirar el escombro. Y todavía se escucha gente allí”, dijo Evodio Darío Marcelino, un voluntario que trabajaba junto a docenas de personas más en un edificio de departamentos derrumbado.
Un hombre fue sacado de entre los restos de un edificio parciamente caído en el norte de la Ciudad de México más de 24 horas después del movimiento telúrico del martes. Salió de allí en camilla y aparentemente consciente.
En total, 52 personas han sido rescatadas con vida desde el temblor, dijo la Secretaría de Desarrollo Social de la ciudad, que añadió en un tuit: «No bajemos los brazos». Es una lucha contra el reloj, advirtió Peña Nieto en un mensaje en la red social en el que dijo que «cada minuto cuenta para salvar vidas».
Pero la atención del país estaba centrada en el colapsada escuela Enrique Rebsamen, ubicada en el sur de la ciudad, donde se confirmó la muerte de 21 niños y cuatro adultos.
Las esperanzas aumentaron el miércoles cuando los trabajadores dijeron a medios locales que detectaron señales de que había una niña con vida, que les habló a través de un agujero entre los escombros. Imágenes térmicas sugirieron que en la bolsa de aire en la que se encuentra podría haber más gente.
Héctor Méndez, uno de los líderes de los rescatistas conocidos como Topos, dijo que las cámaras que se metieron entre los restos sugirieron que podría haber cuatro personas en el interior, pero no está claro si hay más sobrevivientes además de la pequeña.
El médico Alfredo Vega, que trabaja con los equipos de rescate, dijo que la niña identificada solo como «Frida Sofía» había sido localizada con vida bajo las losas del piso.
“(La niña) está con vida y es la que nos está avisando que hay cinco niños más con vida” en el mismo espacio, agregó Vega.
El secretario de Educación del país, Aurelio Nuño, confirmó que la estudiante estaba viva, pero no pudo asegurar el estado de los otros menores. Extrañamente, no se pudieron hallar familiares de una niña llamada Frida, agregó Nuño.
Además de los fallecidos en la capital, la agencia federal de defensa civil dijo que 69 personas perdieron la vida en el estado de Morelos, justo al sur de la Ciudad de México, y otras 43 en el estado de Puebla, al suroeste y donde se localizó el epicentro. El resto de los decesos ocurrieron en el estado de México.
Algunos vecindarios de la Ciudad de México estaban recuperando la electricidad luego de un día sin servicio. El alcalde de la capital dijo que el sismo tiró 38 edificios, menos de los 44 que se habían reportado antes.