Esta semana, varios países de Latinoamérica han enfrentado incendios forestales de gran magnitud, afectando especialmente a Colombia, Bolivia, Argentina, Ecuador, Brasil y Perú.
En Colombia, los incendios han quemado 10.945 hectáreas en los últimos 14 días, con 31 incendios activos. Las altas temperaturas y la falta de lluvias son las principales causas, siendo el Tolima y el Cauca los departamentos más afectados.
Bolivia, por su parte, ha declarado una «emergencia nacional» y un alerta sanitaria debido a la mala calidad del aire por el humo. Desde junio, se han quemado 3,8 millones de hectáreas. Se han recibido refuerzos internacionales, incluidos aviones cisterna, para combatir el fuego en la región de Santa Cruz.
En Perú, se han declarado estados de emergencia en las regiones de Amazonas, San Martín y Ucayali, debido a un incremento en los incendios forestales, con 268 eventos registrados hasta septiembre. Hasta el momento, al menos 20 personas han fallecido.
Argentina reporta 1.500 incendios en la provincia de Córdoba desde inicios de 2024, afectando más de 30.000 hectáreas. La mayoría de los incendios son atribuidos a acciones humanas, exacerbadas por condiciones climáticas adversas.
En Brasil, la Amazonía enfrenta la peor sequía desde 1950, lo que ha propiciado 63.189 focos de incendio entre enero y agosto. Las llamas han devorado cerca de siete millones de hectáreas, y se sospecha que la mayoría de los incendios son provocados por el ser humano.
Finalmente, Ecuador se encuentra en «alerta roja» en 14 provincias mientras se luchan contra los incendios generados por una sequía persistente. En solo 27 días, se han afectado más de 23.000 hectáreas.