El panorama laboral está experimentando una transformación significativa impulsada por la Generación Z, que está redefiniendo las expectativas en el lugar de trabajo. A diferencia de generaciones anteriores, este grupo, formado por jóvenes de entre 13 y 28 años, está priorizando la inclusión, la salud mental, la flexibilidad y el crecimiento personal en sus carreras.
Según un reportaje de Newsweek, esta generación muestra una marcada aversión hacia los trabajos de entrada tradicionales, caracterizados por salarios bajos y horarios rígidos. Los datos de una reciente encuesta de Gallup refuerzan esta tendencia, mostrando que solo el 31% de los trabajadores estadounidenses se sienten comprometidos con su empleo, la cifra más baja en una década y que afecta principalmente a los menores de 35 años.
Según Abigail Wright, asesora de negocios en ChamberofCommerce.org, los patrones de consumo laboral de la Generación Z difieren notablemente de los de sus predecesoras. Wright señala que los jóvenes rechazan los “trabajos necesarios”, que por décadas sirvieron como punto de ingreso al mercado laboral. Entre los puestos menos demandados se encuentran la atención en tiendas, los servicios de comida rápida, los trabajos en centros de llamadas, las tareas manuales en almacenes, las posiciones de oficina con horarios fijos, las ventas a comisión exclusiva y las prácticas no remuneradas. Para esta generación, estos roles se perciben como mal pagados y carentes de respeto hacia el empleado.


Generación Z: Flexibilidad y respeto
El rechazo a estas posiciones se debe no solo a un cambio de valores, sino también a un contexto económico desafiante. Kevin Thompson, director ejecutivo de 9i Capital Group, explicó a Newsweek que el panorama económico actual hace insostenible la aceptación de empleos de baja remuneración. A diferencia de hace veinte años, cuando un trabajo de este tipo podía ser suficiente para subsistencia, hoy en día el costo de vida se ha disparado y las deudas se han acumulado. Esta realidad financiera fuerza a la Generación Z a cuestionar la validez de los modelos laborales tradicionales y del ascenso gradual desde posiciones básicas, lo que lleva a descartar trabajos que no ofrecen una compensación justa.
La Generación Z está revisando el significado de lo que es un trabajo ideal, exigiendo la flexibilidad y el respeto como condiciones irrenunciables. El rechazo a la falta de flexibilidad, el exceso de carga de trabajo y el desgaste mental es evidente, especialmente en roles como los de almacén y centros de llamadas.
Los expertos advierten que las empresas con modelos rígidos, falta de transparencia o poca atención a las nuevas condiciones laborales corren el riesgo de enfrentar una alta rotación o escasez crónica de personal. En conclusión, el éxito empresarial en el próximo lustro dependerá de la capacidad de las organizaciones para adaptarse a estas nuevas expectativas, ofreciendo flexibilidad, atención a la salud mental, transparencia y una compensación justa.