EFE | LA PRENSA.- El presidente boliviano, Evo Morales, confirmó este sábado una desaceleración en el crecimiento de la economía de su país y ratificó su esperanza de dialogar con Chile sobre las controversias que enfrentan a ambos países, dos temas que destacaron en el mensaje pronunciado por el 191 aniversario patrio.
En una inédita sesión parlamentaria en la ciudad de Tarija (sur), Morales repasó las principales cifras económicas de su país que, según reconoció, han registrado un retroceso en los dos últimos años debido sobre todo al descenso de los precios de los hidrocarburos.
Reveló que el crecimiento del producto interior bruto (PIB) se situó en mayo en 4,3 %, por debajo del 4,9 % registrado al primer trimestre del año.
El Gobierno boliviano proyectó para este año un crecimiento de 5 % que espera alcanzar pese al descenso de las materias primas y a las millonarias pérdidas del sector agropecuario por la sequía.
Frente a la previsión boliviana están los pronósticos de organismos como la Cepal, que augura al país andino un crecimiento de 4,5 %, además del 3,7 % del Banco Mundial y el 3,8 % del FMI.
Debido a la baja del precio del gas natural, el principal producto de exportación del país, el sector de hidrocarburos cayó a mayo en -3,8 %, frente al -0,9 acumulado al mismo mes de 2015.
Morales también reconoció que la producción de gas natural bajó de 60 a 58 millones de metros cúbicos diarios, si bien manifestó su optimismo porque en los siguientes días se anunciarán nuevos campos en producción para reponer la merma del hidrocarburo.
El gobernante expresó su preocupación porque la tasa de desempleo urbano abierto creció de 3,5 % a 4,4 % entre 2014 y 2016, aunque recordó que en 2006, cuando llegó al poder, la tasa era de 8,1 %.
También reconoció una reducción de las exportaciones y de las reservas internacionales del país, que se situaron en 11.000 millones de dólares frente al récord de 15.000 millones de 2014.