Agencias | LA PRENSA DE LARA.- La Diócesis de Siuna denunció este lunes la detención y desaparición de uno de sus sacerdotes, en medio de tensiones entre el gobierno del presidente Daniel Ortega y la Iglesia católica de Nicaragua.
«La tarde del domingo 14 de agosto fue detenido el presbítero Óscar Benavidez, párroco de la Parroquia Espíritu Santo, en el municipio de Mulukuku de la Región Autónoma del Caribe Norte de Nicaragua», informó la Diócesis de Siuna en una declaración.
Esa jurisdicción de la Iglesia católica dijo desconocer las causas o motivos de la detención del sacerdote.
«Esperamos que las autoridades nos mantengan informados», agregó.
Piden oración por el sacerdote
La Diócesis de Siuna invitó a los fieles católicos a unirse en oración por Benavidez, «que su única misión es y ha sido anunciar la buena nueva de Jesucristo, que es palabra, vida y salvación para todos».
Por su lado, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) afirmó que el sacerdote fue detenido de forma arbitraria.
«Según informaciones, fue sacado de su vehículo y llevado en una patrulla (policial) con rumbo desconocido», indicó el Cenidh en una declaración.
Benavidez es el tercer sacerdote detenido en lo que va del añ;o en Nicaragua y el noveno que se encuentra bajo custodia policial, incluyendo al obispo Rolando Álvarez y otros cinco sacerdotes que están encerrados desde el 4 de agosto en el Palacio Episcopal de la Diócesis de Matagalpa (norte).
Grupos violentos
Siuna fue la primera diócesis que brindó su apoyo público a Álvarez, a quien la Policía Nacional acusa de intentar «organizar grupos violentos». Sin embargo, hasta ahora no ha ofrecido pruebas.
La detención de este sacerdote se da en medio de una serie de acciones del gobierno sandinista contra la Iglesia católica nicaragüense. Entre las acciones se incluye la prohibición a la Arquidiócesis de Managua de la procesión con la imagen peregrina de la virgen de Fátima.
También el confinamiento del obispo Álvarez junto a cinco sacerdotes, tres seminaristas, y dos laicos, en la sede episcopal provincial de Matagalpa, que está sitiado por fuerzas especiales policiales.
Además la expulsión de un grupo de misioneras de la orden