Dos religiosas, un arzobispo y dos hombres que se casaron, pero vivieron una vida de entrega a Dios, también fueron canonizados este domingo 19 de octubre por el papa León XIV, junto a los venezolanos San José Gregorio Hernández y Santa María Carmen Rendiles. Ecuador, Italia, Turquía y Nueva Bretaña celebraron llenos de gozo, porque en esos países dejaron huellas estos santos.
El beato Ignacio Maloya, arzobispo armenio Mardín, nació en 1869 en Turquía. Fue sacerdote en el Líbano y posteriormente obispo de Egipto. Fue encarcelado y se le pidió varias veces que renegara de su fe para salvar su vida, pero él se opuso con determinación hasta el final.


El beato Pedro To Rot, laico y catequista, es el primer santo de Papúa Nueva Guinea. Se casó y tuvo tres hijos. Como catequista colaboró en la labor evangelizadora de los misioneros cuando el ejército japonés ocupó la isla y arrestó a los misioneros europeos. Se opuso a la poligamia (régimen familiar en que se permite a hombres la pluralidad de cónyuges). Fue juzgado y condenado a cárcel, posteriormente fue asesinado con una inyección letal.


La beata Vicenta María Poloni fundó las Hermanas de la Misericordia, en Verona, Italia. Su guía espiritual fue el beato Carlos Steeb. Trabajó como enfermera del Pío Ricovero, una institución benéfica. Vivió en profunda fe y caridad. En 2008 ,el papa Benedicto XVI la declaró beata.


La beata María Troncatti nació en Italia en 1883, fue religiosa de las Hijas de María Auxiliadora, partió hacia Ecuador impulsada por el carisma salesiano de San Juan Bosco. Dirigió una clínica, dispensario farmacéutico y un hospital. Defendió la dignidad y los derechos de los ecuatorianos.


Por último, Bartolo Longo, originario de Italia. En su juventud se hizo ferviente apóstol y promotor de la oración del rosario. Se integró como terciario dominico y su llegada al Valle de Pompeya marcó el inicio de su obra, pues acudió para administrar los intereses de la viuda de Fusco, con quien luego contrajo matrimonio. Creó el Santuario de Pompeya e instaló la imagen de la Virgen del Santo Rosario en 1875. Se le atribuye la autoría del texto de «La Súplica». Fue beatificado por San Juan Pablo II en 1980.


Nuevos Santos Venezolanos
Este domingo 19 de octubre, el papa León XIV dirigió el acto de canonización en la plaza de San Pedro ante decenas de miles de fieles a los venezolanos José Gregorio Hernández, médico laico, y Madre Carmen Rendiles, religiosa.




Junto con los primeros santos de Venezuela, también canonizó a Ignacio Choukrallah Maloyan, arzobispo católico armenio de Mardin, en Turquía; el laico de Papua Nueva Guinea Peter To Rot; las religiosas italianas Vincenza Maria Poloni, fundadora del Instituto de las Hermanas de la Misericordia de Verona, y María Troncatti, de la congregación de las Hijas de María Auxiliadora, y el también laico italiano Bartolo Longo.
En la ceremonia, como es tradicional, el prefecto del dicasterio para la Causa de todos los Santos leyó las biografías de los dos beatos y pidió que se inscribiesen sus nombres en el libro de los santos. Tras la fórmula en latín de la canonización leída por el papa se escuchó un fuerte aplauso en la Plaza de San Pedro.
Cerca de 55.000 personas se congregaron en la plaza para la misa de canonización, según informaron las autoridades locales. Entre ellos, destacó la numerosa presencia de venezolanos, que se hizo notar por la gran cantidad de banderas de su país y camisetas con imágenes de los nuevos santos.