Tres universidades del estado Lara han buscado diversas formas para obtener fondos que les permita tener recursos para abordar los problemas que presentan sus infraestructuras, ya que el presupuesto destinado por el ministerio para esto queda corto ante la gran demanda de reparaciones de las edificaciones.
Un reciente estudio del Observatorio Venezolano de Universidades arrojó que los daños en las infraestructuras de las universidades en el país se han incrementado un 79% entre marzo y abril de este año, debido a que estas casas de estudio sólo reciben el 2% del presupuesto enviado para reparación de edificaciones, estadística registrada por la organización a través de denuncias de estudiantes en los principales centros de estudio del país.
Diplomados, convenios con el sector privado y apoyo de los egresados son algunas de las estrategias a las que autoridades universitarias han tenido que recurrir para paliar la situación que les aqueja como centros de estudios y que son bien vistas por los consejos de docentes y la comunidad estudiantil.
La profesora Déborah Velásquez de Valecillos, presidenta de la Asociación de Profesores de la UCLA (Apucla), explicó que en esta casa de estudios se han movido gracias a las contribuciones que egresados, docentes y estudiantes han dado para el sostenimiento de los siete decanatos que hay en la entidad.


Universidades se encuentran haciendo convenios con sectores privados
«La crisis universitaria realmente no ha pasado, lo que se nos envía para el sostenimiento de las instalaciones de la universidad alcanza sólo para reparaciones muy mínimas, el resto sale de los convenios que la universidad tiene con el sector privado y la contribución que todos hacemos. Cada decanato promueve sus propias actividades para hacer frente a sus problemas», detalló Velásquez, quien se refirió además que estos fondos entran por la Asociación de Amigos por la UCLA y actividades que se hacen desde la Dirección de Cultura de esta universidad.
Estudiantes del Decanato de Ingeniería Civil y Urbanismo con miras en buscar soluciones a los daños en la planta física han planteado la necesidad de ofrecer sus servicios de pasantías a cambio de colaboraciones para la institución.
Angélica Jiménez, presidenta del Centro de Estudiantes de este decanato, explicó que como dirigencia están abocados en hacer alianzas de ganar – ganar con las empresas, para «así ofrecerles nuestra mano de obra, pasantías y hasta un propio servicio comunitario que les permita trabajar basados en la normativa legal e institucional».


Jiménez cuenta que hasta ahora los trabajos que se han hecho en la universidad han sido con autogestión, y les ha permitido recuperar salones, las áreas verdes y los alrededores de la universidad, ubicada al oeste de Barquisimeto.
Este es un acto que se replica también en la Unexpo, quienes han tenido que recurrir a impartir pequeñas preparadurías de cálculo a estudiantes cobrando un módico precio, en el que los fondos se destinan a la recuperación de laboratorios.
Juan Escalona, dirigente estudiantil de esta casa de estudios, afirmó que además de los fondos que reciben de las preparadurías hay ocasiones que secciones se organizan para hacer actividades que les facilite tener más fondos para reparar mesas, sillas, baños y otras áreas de la universidad. Por su parte, Édgar Sánchez, director administrativo, sostuvo que las autoridades universitarias se encuentran haciendo convenios con sectores privados que apoyen el sostenimiento de la universidad, convenios que van desde la donación de libros que sean de provecho para los estudiantes, así como la inserción de la universidad a los programas de responsabilidad social de las empresas.


Diplomados UPEL
La Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Luis Beltrán Prieto Figueroa de Barquisimeto, no está exenta de esta situación, por lo que desde la Dirección de Extensión han comenzado con la oferta de diplomados para el público en general, cuyo aporte se inyecta a la reparación de la infraestructura.
Oscar Chapman, subdirector de Extensión de la UPEL, señaló que esta iniciativa les ha permitido hacer frente a los bajos recursos que se reciben para tener la universidad operativa y apta para el aprendizaje y la enseñanza de sus estudiantes con espacios recuperados con recursos propios.


Chapman destaca que al ser una universidad de preparación docente y al poseer diversas especialidades de la pedagogía, se han valido de ello para crear pequeños diplomados con contenido especial y que se conviertan atractivos para la colectividad. Actualmente, se oferta el diplomado en idiomas (Inglés) y el del componente docente, ofertas que han ganado credibilidad y popularidad gracias a la recomendación de quienes los han hecho.
«Como universidades no estamos llamados a quedarnos en el lamento, nos tocó buscar una solución y esta fue la más cónsona y viable, quienes se forman aquí saben que son unos estudios de calidad y que sus pagos ayudan a mejorar nuestras instalaciones, como lo ha sido la planta física y algunos salones», detalló el subdirector.
La profesora Blanca Terán, presidenta de la Asociación de Profesores de la Upel (Aproupel), sostuvo que la universidad con esto logró impulsar los programas de autofinanciamiento; sin embargo, recalcó que la limitante presupuestaria tiene gran incidencia en la calidad educativa de universidades en Lara y sobrevive sobre los hombros de aquellos que han adquirido sentido de pertenencia con las instituciones.

