La Divina Pastora lucirá este 14 de enero un traje inspirado en el tamunangue y que fue elaborado con estampados que narran la historia espiritual, agrícola y cultural de El Tocuyo. Cada pieza del vestido fue pensada para contar, desde la tela, la identidad de la capital morandina y el vínculo que por generaciones ha mantenido al pueblo devoto de esta advocación de la Virgen.
Este martes, la Arquidiócesis de Barquisimeto mostró el traje que lucirá la «Pastora de Almas» y monseñor Polito Rodríguez destacó que la confección estuvo a cargo del Arciprestazgo Inmaculada Concepción del municipio Morán.
Traje lleno de inspiración
Aunque los feligreses ya conocen lo que llevó a más de 10 personas a inspirarse en las raíces morandinas, en cuanto al tamunangue, no todos conocen los detalles de cada pieza elaborada. La falda tiene tres flores que identifican la tierra y la pureza de la madre, que son: los lirios, que es la castidad y sencillez de la Divina Pastora; la cayena, flor típica de El Tocuyo que adorna todas las plazas de los templos; y la caña de azúcar, sembradío que cubre el valle del río Tocuyo que por años fue sustento económico de la zona.
Marylú Leal, miembro del equipo que confeccionó el vestido, explicó que la blusa es una traducción del traje del tamunangue, con vuelos en encaje de algodón intervenidos a mano con perlas, lentejuelas y canutillos.
Manto lleva el mapa más antiguo de El Tocuyo
Pero lo que más ha llamado la atención es el manto que llevará la Divina Pastora, es una obra de arte en la que se muestra el mapa más antiguo registrado en la historia de El Tocuyo, primera parroquia fundada en Venezuela. Fue pintado a mano resaltando con siete canutillos la ciudad de los 7 templos y además le fueron bordadas las palabras «Pastora de Almas».
El traje fue diseñado en 360, modelo tridimensional, para que desde cada ángulo se vea diferente, para que los devotos puedan observarla desde varios puntos.
Un báculo tricolor
El báculo o bastón es una obra artesanal tallada en madera de vera, tejida con hilos formando cuatro botones con tres flores, representando al tricolor de la bandera de Venezuela y la cuarta flor es rosada porque lo llevará una mujer y hace referencia al garrote usado por los bailadores.
La familia Mogollón (de El Tocuyo) junto a un equipo de artesanos fueron los encargados de elaborar el báculo.
El Niño Jesús lleva un liquiliqui tradicional color caqui que se asemeja a los que usaban los hacendados para las celebraciones especiales en las haciendas de caña de azúcar de la época. También calzará unas alpargatas.
Leal sostuvo que tardaron alrededor de tres meses en confeccionar el traje. Iniciaron en agosto con reuniones junto a la zona pastoral y el Arciprestazgo de la Inmaculada Concepción para definir el concepto.
«Esta vez quisimos que fuera un vestido distinto y con un significado muy de Lara, que uniera nuestras tradiciones, cultura y lo que somos como pueblo. También queríamos mostrar con este traje el significado de fe y unión, quedando todo plasmado», comentó Leal.
Diseñado con amor
La conceptualización estuvo a cargo de Mariana Rodríguez Leal, la ilustración de María Giannina Álvarez, la confección fue de Mariela Leal, Ninoska Juárez y Carolina de Riera, mientras que el bordado, pintura y decoración estuvieron en manos de Marylú Leal y Marianne Leal.
El equipo detalló que las técnicas aplicadas al textil fue estampado, sublimado de base. Además, se pintó y decoró con piedras de cristales, mostacillas, lentejuelas, perlas y flores preparadas en relieve.
Monseñor Polito, arzobispo de la arquidiócesis, destacó que este fue el primer traje que el arciprestazgo (agrupación de varias parroquias cercanas dentro de una diócesis) ha trabajado en conjunto como un gran equipo, pero que en la entidad existen 13 y que cada año serán los encargados de la confección del vestido.
El padre Jhonatta Cárdenas, párroco de la iglesia San Francisco de Asís de El Tocuyo, dijo que es un honor que la ciudad morandina sea representada por la Virgen.