Joelis Sosa | LA PRENSA.- Cansados de la inseguridad. Así se encuentran los vecinos de El Trompillo, quienes manifiestan que la gota que hizo rebosar el vaso fue el robo que sufrió la escuela Fe y Alegría la semana pasada, el segundo en menos de tres días. En esta ocasión le quitaron los celulares y otras pertenencias a dos obreros de la institución. Es por ello que se reunieron ayer con varios funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana para solicitar resguardo.
“Esto es un atropello para todos porque nadie se ha salvado de los robos. Al que sale a trabajar en la mañana lo roban, dentro de tu casa también y ahora lo agarran con las instituciones”, lamenta Nancy Silva, quien explica que el domingo pasado la Escuela Carorita Arriba, ubicada en la comunidad, también se vio afectada por esta situación.
Silva comenta que del plantel educativo se llevaron comida, máquinas de coser e implementos de cocina. Los vecinos señalan que al menos un integrante de las mil 800 familias de los ocho sectores ha pasado por esta amarga situación.
Durante la reunión, cada vecino explicó su situación. Entre las quejas estaban que al menos 8 familias se han visto afectadas por robos dentro de sus casas. Mencionan que los antisociales han entrado a las viviendas y han amarrado a las personas para luego llevarse desde electrodomésticos hasta dinero.
En las calles también andan atentos porque señalan que hay un grupo de motorizados que en las mañanas aprovecha de despojar de sus bienes a quienes se dirigen al trabajo. Por ello han optado por salir en grupo cuando van a laborar.
Durante la reunión se acordó que la comunidad solicitará patrullas y motos para que los funcionarios de la PNB los resguarden.