Leonellas Díaz/Ana León | LA PRENSA.- “Hasta cinco bombas tuve que recorrer en búsqueda de gasolina, llegué con la misericordia de Dios”, soltó el chofer Daniel Tovar, quien estaba sumamente preocupado y molesto por la odisea que tuvo que pasar en su vehículo hasta lograr surtirse de combustible.
Más de dos horas tardaron los larenses en algunas estaciones de servicio con mucha incertidumbre y rabia por la falta de gasolina en la ciudad.
Conductores califican la escasez del combustible como un desastre debido a que deben perder el día de trabajo para mantenerse en las colas. “Uno pierde el día en una cola donde debe lidiar con los que se colean.
«Hay falta de solidaridad, y debes mirar para todos lados para que no te peguen un quieto”, expresó José López mientras realizaba su cola en la bomba de Pata ‘e Palo, la única donde consiguió gasolina.
Isleros comentan que algunas gandolas surtieron el día sábado y la han estado estirando como plastilina para poder surtir a gran parte de la población de Lara, además de que colocaron en funcionamiento solamente una isla.
“No hay, ya se acabó”, gritaba un islero en la estación de servicio del terminal a las 5:00 pm, cuando el dispensador botó las últimas gotas del día. Alrededor de 17 mil litros de gasolina fueron surtidos desde las dos hasta las cinco de la tarde.
Choferes de rutas, rapiditos y carros particulares quedaron desanimados por la falta del gasoil y gasolina; sin embargo, no se movieron de sus sitios con la esperanza de poder surtir sus carros.
El este de la ciudad no era ajeno a la situación, la cola de la bomba del Churún Merú subía por toda la avenida Lara, pasaba por el colegio Padre Machado y seguía más allá de Jaleo.
En la avenida Argimiro Bracamonte la cosa estaba igual, una de las estaciones de servicio del triángulo del este tenía una cola que pasaba por el colegio Independencia y llegaba casi a la entrada del Honim.
Pasadas las 7:00 de la noche, las colas apenas se estaban moviendo y algunos tenían que empujar sus carros para llegar a la estación de servicio porque no les quedaba gasolina.