Rafael Piña | LA PRENSA de Lara.- Lo que vivieron los habitantes del municipio Palavecino el martes fue la gota que derramó el vaso de su paciencia. Seis bajones de tensión en la electricidad además de tres apagones en horarios distintos redondearon una jornada de angustia, pues los vecinos temen que con tantas fluctuaciones se queden sin aparatos electrónicos.
Sectores como Los Rastrojos, Los Pinos, La Mata, Daniel Carías, Banco Obrero, Santa Bárbara, La Mora, Tarabana y Agua Viva sufrieron cuatro bajones en un lapso de 5 horas mientras que otros sectores tuvieron una noche sin luz.
«Aquí en Cabudare como que no puede caer una gota de lluvia porque apenas cayó el aguacero en la tarde, todos los cables de las zonas empezaron a chispear. Después de eso comenzaron los bajones de luz y por seguridad yo empecé a desenchufar mis coroticos», fue lo que narró la señora Pastora Colmenárez de lo que vivió el pasado martes junto a sus dos hijas.
«El llamado es a la gobernadora y a Corpoelec para que revisen el cableado eléctrico del municipio porque esto es un desastre», enfatizó.
Otros afectados son los comerciantes del centro de Cabudare quienes señalaron que los bajones les deja pérdidas porque deben bajar los breakers para evitar que los equipos se dañen.
Los dueños de negocios activan sus plantas eléctricas, pero comentaron que el martes tuvieron que usarlas más horas de lo normal, lo que acaba con la vida útil del aparato.
«Es injusto trabajar sin condiciones. Uno no sabe cómo trabajar porque los racionamientos los aplican a cualquier hora y de paso con la lluvia todo colapsa», aseveró Ricardo Silva, quien pidió una solución a este problema.