William Croes | La Prensa.- Consumidores prefieren calarse las colas afuera de los establecimientos privados en vez de esperar a recibir la bolsa de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) porque no les rinden los productos y los envíos son intermitentes.
Ayer, quienes hacían la cola afuera de las cadenas de supermercados Central Madeirense y Garzón tenían incertidumbre por saber si venderían productos o no. Temían que la gerencia de los establecimientos tomara las mismas medidas de la cadena Unicasa en Caracas de cederle todo el alimento a los (CLAP) para su distribución.
“No la deberían dar a los CLAP porque eso es un chasco”, expresa Lucía Vásquez, una habitante de Veragacha, quien señala que por su comunidad las bolsas de comida llegan con periodicidad de un mes, pero los productos no le alcanzan ni para una semana.
En su comunidad las bolsas llegan con seis artículos. Dan un aceite, una leche, una pasta, una azúcar y una caraota, sólo dan dos paquetes de arroz. “La otra vez nos tuvimos que molestar porque pagamos mil 430 bolívares y no nos metieron las caraotas en la bolsa. Eso fue una falta de respeto”, relata la señora quien expresa que es mejor hacer una cola en las afueras de los establecimientos para comprar.
Consumidores no les tienen mucha fe al arranque que han tenido los CLAP en el estado Lara. Desde su puesta en marcha, el Observatorio Larense de Conflictividad Social ha registrado un aumento en las protestas por alimentos, en abril fue la primera causa de manifestaciones con un total de 25.
“No pueden eliminar la venta de los productos en los comercios privados porque no han llegado a todas las comunidades”, expresa Edy Palencia, una habitante de El Manzano, quien indica que en su comunidad han hecho infinidades de censos, pero hasta el momento no han arrimado ni la primera bolsita pa’l mingo.
Los beneficiarios de los CLAP señalan que las mismas bolsas han tenido un incremento considerable. Indican que comenzaron pagando Bs. 500 por las bolsas y ya hay comunidades que por seis artículos les cobran mil 430 bolívares, sin incluir carne ni pollo.
Trabajadores de dichas cadenas de supermercados comentaron de manera extraoficial que no han recibido ninguna información sobre dejar de vender artículos regulados, pero se mantienen a la expectativa de algún anuncio oficial.