Ana Uzcátegui | LA PRENSA de Lara.- La dulce espera a veces se torna amarga, cuando a las futuras mamás les toca hacer la canastilla de su bebé. El gasto resulta millonario a la hora de invertir en ropa, mantas, pañales, productos de higiene personal y teteros para los recién nacidos, pues cada artículo supera un salario mínimo y los precios cambian cada vez que el dólar negro se incrementa.
«Son pocas las ventas que logramos a la semana y lo que más buscan son cocolisos (pieza de vestir que se cierra en la parte inferior en forma de saco) y que tiene un valor de 90 mil bolívares el más económico», comentó Mercedes García, vendedora de una tienda de ropa de niño de la avenida 20.
Ya ni en la economía formal las embarazadas consiguen ofertas en los artículos indispensables de sus pequeños. María Alejo, buhonera en la carrera 21, comentó que un conjunto de franelilla de bebé, con un mono, manoplas y gorro, cuesta 226 mil bolívares, o 15 dólares, según lo que comentó la vendedora.
«Mi familia me regaló todo cuando nació mi hijo«, contó Valentina Rivero. La ropa de segunda mano es lo que ayuda a abrigar a los niños en la actualidad, pues aquellas madres de bajos recursos no tienen la posibilidad de comprar una pijama de algodón que sale en el mercado en 80 mil bolívares.
«Con mucho sacrificio compramos los pañales desechables, ahora se consiguen importados y el paquete de 20 unidades que dura una semana, vale 40 mil bolívares«, dijo Rivero, equivalente a un salario mínimo. Las madres cuentan que un tetero de marca reconocida cuesta 200 mil bolívares y la media docena de pañales de tela vale 120 mil en comercios de la carrera 21.