Díaz / Jordán | LA PRENSA de Lara.- Hacerle un cariñito a las casas se ha vuelto un verdadero sacrificio, e incluso una meta difícil de alcanzar, debido al alto costo de las pinturas en cualquiera de sus presentaciones.
A pesar que se consiguen por montón en cualquier establecimiento de pinturas, el precio no es muy accesible. En esta época de septiembre y octubre, las personas ya estaban pendientes de comprar las pinturas e ir retocando sus hogares, pero este año al parecer seguirán igual de opacas.
Pastora Arenas aseguró que para ella este año le toca lavar las paredes con agua y jabón «igual tengo mucho tiempo que no pinto la casa, ya ni me acuerdo, porque las pinturas están muy caras».
Un galón de pintura caucho marca Decomax alcanza los 146 mil bolívares, mientras que mate del mismo tamaño marca Colonia se consigue 154 mil bolívares, mientras que la más económica la de marca Alegría está en 86 mil bolívares.
Comprar un cuñete de pintura se volvió inalcanzable para las personas, pues la marca Colonial alcanza los 670 mil bolívares.
Hay quienes han tenido que recurrir a la alternativa de mezclar las pinturas con cal o cemento blanco para que les pueda rendir; «hace poco pinté mi casa y para que me alcanzara la mezclé con cemento blanco y pude retocar todas las paredes», comentó Cruz Mario Alvarado.
Retocar o pintar las rejas de las casas también es otro dolor de cabeza. Las pinturas en aceite son las más costosas en esta gama de productos y vienen en presentaciones más pequeñas, por lo que el comprador debe cancelar por lo menos 397 mil bolívares, si se trata de un galón.
Fuentes vinculadas a un establecimiento dijeron a La Prensa que las ventas de pintura han disminuido considerablemente. Detalló que los clientes sólo se acercan a pedir presupuesto, pero no concretan la compra.
No sólo las pinturas tienen un precio por las nubes, sino también los implementos como brochas y rodillos, dependiendo del tamaño y para qué tipo de superficie serán utilizados.
La mano de obra es otra de las opciones de las que se han tenido que olvidar los larenses, obligándolos a realizar por cuenta propia los retoques de pintura de sus hogares y así poder ahorrarse un poco de dinero o destinarlo a completar para comprar la pintura.