Euseglimar González | LA PRENSA.- Limpiabotas, zapateros, vendedores de helados y chicheros están de cabeza, pues los altos costos en materiales para desarrollar sus funciones hacen que su trabajo comience a desaparecer.
La escasez ha golpeado a los oficios tradicionales que han venido desapareciendo de las calles de Barquisimeto, mientras los que aún siguen sufren para buscar los insumos.
Francisco Nava, tiene 29 años dedicándose al oficio de limpiabotas en el Terminal de Pasajeros, cuenta que la escasez le ha “pegado”, porque debe comprar bachaqueada la crema para pulir los zapatos.
Nava detalló que la crema de lata pequeña le sale entre 2 mil 500 y tres mil bolos, pero el precio que marca es de mil 800. Esto ha hecho que aumente el servicio; la limpiada y pulida de un zapato oscila entre 400 y 500 bolívares.
Los heladeros no escapan de esta situación y hasta han dejado de dedicarse a este oficio porque no consiguen la materia prima, además de los insumos necesarios para vender los helados (vaso y cucharillas).
Juan Martínez, vendedor de cepillados en la Venezuela, detalló que conoce el caso de tres compañeros que dejaron de laborar porque se les hace cuesta arriba poder cubrir todos los gastos a precio de “bachaquero”.
“Cuando tengo que comprar los insumos sufro porque no se consigue nada. Le compro los helados a una empresa, pero la leche condensada debo comprarla yo y tengo más de un mes que no la compro porque aumentó mucho. La escasez ha hecho que muchas personas se dediquen a otras cosas”, comentó Martínez.
Uno de los oficios que está a punto de extinguirse, según los vendedores, es el de los “chicheros” porque no consiguen la materia prima. No consiguen pasta, leche ni azúcar y los revendedores les ofrecen un kilo de pasta entre dos mil y dos mil 500 bolívares.
“El chichero de la esquina tiene 2 meses sin trabajar porque no consigue la materia prima”, apuntó Carlos Pérez, consumidor.