Cristina Linárez | LA PRENSA.- Quedarse accidentado en cualquier vía de Lara se ha convertido en una pesadilla. El auxilio que antes podía ofrecer cualquier conductor ofrecía ahora se está extinguiendo. La inseguridad no sólo aterra a quienes sufren el desperfecto mecánico; también espanta a quien se detiene a auxiliar.
“Hace 15 años sobraba quien ayudara cuando había un accidentado, eso ahora ni se ve”, dijo Víctor Sánchez, un señor de 68 años a quien se le apagó el carro en la avenida Ribereña y ya tenía dos horas y nadie le había tocado ni corneta así sea para saludarlo.
Sánchez afirmó que la delincuencia en las carreteras de Lara ha generado que la ayuda entre los guaros y los venezolanos se ha perdido. Muchos temen que “los accidentados” sean choros y aprovechen para robar a quien se detenga. Sin embargo ahora lo que más ocurre es que los delincuentes esperan que se accidente alguien para hacer el atraco.
Según conductores las vías más peligrosas para quienes se quedan accidentados es: la avenida Circunvalación, Ribereña, Vargas, Florencio Jiménez y la Intercomunal Barquisimeto-Duaca y Barquisimeto-Acarigua.
En estas vías (sobre todo en las noches) se han registrados casos donde los ladrones bajan de los cerros para robarle todo lo que puedan a los accidentados y tanta es la peligrosidad que hasta homicidios se han registrado.
“La delincuencia es el mal que no duerme en las vías. Y que no haya luminaria empeora la situación para quien se accidenta”, lamentó María Segura, otra consultada.
Los funcionarios de la PNB que se ubican en los puntos de control de El Garabatal (Ribereña) y Macías Mujica (Circunvalación) aseguran que más de uno es el que llega a toda hora informando sobre el robo de pertenencias mientras están accidentados, pero que cuando a la víctima les toca hacer la denuncia no lo hace y tampoco acuden al Cicpc a hacerlo.
El acto de solidaridad para rescatar a un accidentado siempre termina con las asistencia de un familiar o alguien muy cercano, pues un desconocido ya no lo hace. El otro recurso es pagar una grúa, pero los precios actuales del servicio de remolque no es accesibles para los bolsillos pues según un sondeo que hizo La Prensa, la tarifa mínima es de 150 mil bolívares.
La otra opción que queda es remolcarlo con ayuda de otro carro y así muchos resuelven.