Ana Uzcátegui | LA PRENSA de Lara.– Más de 300 renuncias de obreros se registra en la UCLA en los primeros ocho meses del año, según información dada a conocer por Hernán Sánchez, presidente del Sindicato de Obreros de esta institución, quien contó que áreas como la vigilancia han quedado totalmente abandonadas.
El motivo principal son los bajos salarios, porque estos empleados están relegados a ganar casi salario mínimo.
«Hay sólo cuatro vigilantes para todas las facultades de la UCLA, porque la universidad no cuenta con presupuesto para cancelar un servicio privado y los trabajadores de nómina prefirieron irse. Su salario desde abril fue fijado en 49 mil bolívares al mes. ¿Quién puede comer con esa miserable cantidad?», denunció Sánchez, indicando que estos vigilantes laboran hasta el mediodía, por lo que en horas de la tarde, estudiantes y docentes quedan desprotegidos en las aulas de clase.
Hasta enero de 2019 contabilizaban mil 200 obreros prestando servicio, 800 activos y 400 jubilados, pero al irse de vacaciones se habían reducido a 900 en total, con el inicio del año académico fueron menos las caras que se vieron en la UCLA.
Mencionó que los trabajadores de mantenimiento, se han visto forzados a renunciar. «La universidad no cuenta con recursos ni para comprar el cloro o el jabón para lavar las pocetas. El personal debe traerlo de sus hogares. Quienes trabajan como aseadores, mensajeros internos y motorizados de la Ucla lo que devengan al mes son 47 mil bolívares».
Sánchez contó que han abandonado sus puestos de trabajo, choferes, plomeros y mecánicos de la UCLA, por cobrar salarios de Bs. 53 mil y hasta un supervisor, que es el que más gana en la escala salarial, no puede sostener un hogar cobrando Bs. 63 mil mensuales.
Unidos con los trabajadores administrativos, los obreros que están dispuestos a guapear en la universidad, decidieron en asamblea general, no reincorporarse a las actividades universitarias.
Rubén Albornoz, presidente del Sindicato de Trabajadores Administrativo de la UCLA (Ataucla), informó que de este sector mil 600 trabajadores se sumaron a las renuncias masivas, y sólo quedan 600 laborando. Indicó que si el 30 de septiembre continúan con salarios miserables, las protestas se prolongarán.
Comentó que aunque la protesta fue convocada en la sede del Rectorado, los docentes no se unieron a la manifestación. «Convocaron en otro lado, en la plaza de Los ilustres. Es lamentable que no se hayan unido, porque pareciera que obedecen a intereses partidistas más que gremiales», expresó Albornoz.
Miembros de la Coalición Intersectorial de los Trabajadores de Lara (Citel), también hicieron acto de presencia en la protesta que mantenían obreros y administrativo en respaldo a una misma lucha, tener condiciones dignas para vivir y comer mejor. Representantes de la CTV, gremio médico, enfermeras, sindicato de la gobernación de Lara y del sector construcción se sumarán a las asambleas que realicen desde la UCLA.