Osman Rojas | LA PRENSA de Lara.- Los pacientes renales que hacen vida en la Unidad de Diálisis del Seguro Social siguen esperando que las autoridades regionales solventen los problemas que hay con las máquinas dializadoras. La semana pasada los enfermos del Pastor Oropeza denunciaban que la institución tenía cuatro máquinas paralizadas y hasta ahora esa realidad continúa, pues nadie ha ido a reparar los aparatos.
Érika Pérez, paciente renal atendida en esta unidad, comenta que en el centro médico cada vez hay menos máquinas, pues no se les hace mantenimiento a los equipos que, de a poco, son arrumados.
«Todavía no hemos recibido respuesta gubernamental de ningún tipo. Es preocupante ver lo que pasa dentro de la unidad», comentan los pacientes atendidos en el centro médico.
El problema de paralización de máquinas no es exclusivo del Pastor Oropeza, pues en la Unidad de Diálisis Barquisimeto también han sido arrumadas 20 máquinas. «Esto pasa en todas las unidades de diálisis del estado. A nadie le duelen las máquinas», comentan los enfermos consultados.