Guiomar López | LA PRENSA.- Las trabas en puntos de control en carretera, la espera de más de dos años para obtener permisología y la desconfianza de consumidores frente a la campaña de bebida adulterada, movió el piso de la Federación de Productores de Aguardiente y Cocuy Mixto en Aguada Grande.
Esto los llevó a formalizar su organización con la actualización del censo y carnetización de sus miembros. El golpe ha sido fuerte para la economía del municipio Urdaneta, con un bajón en las ventas que se limita al 30 por ciento.
En menos de dos meses el escenario es más crítico, cuando antes despachaban de 20 a 30 camiones diarios, ahora apenas llegan a 5 camiones.
Un descenso que lamenta Eligio Lucena, directivo de la Federación y que aspira se supere con la formalidad de unificar criterios como organización y conservar la calidad de este producto contentivo del 40 por ciento de cocuy, además de la melaza de consumo humano, mielina tipo A y B.
Luchan por la certificación de origen único, con su respectiva aprobación sanitaria, del Cuerpo de Bomberos y están a punto de concretar el proyecto de laboratorio con especialistas de la UCLA.