Ana León | LA PRENSA.- La venta de jugos naturales está proliferando en las calles de la ciudad. En gran parte de las esquinas de las carreras y avenidas principales se ven repletas de vendedores que ofrecen a sus clientes un vaso de jugo de naranja bien frío o una garrafa de 2 litros que no juega carritos.
Los envases que se usan para vender los litros de jugo muchas veces son potes de refrescos, agua o los mismos potes de jugo pasteurizado o naturales que venden en las panaderías y algunos locales comerciales.
En la avenida Vargas se encuentra Guillermo Rojas, un señor de unos 70 años que vende entre 150 y 200 vasos al día de jugo de naranja. En su puesto se puede ver como el hombre exprime el jugo, y lo cuela en una taza que luego pasa a una jarra que tiene tres bloques pequeños de hielo frío, para después servirlo en uno de los cuatro tamaños de vasos que vende.
Del lado izquierdo está una mesa con unas garrafas de jugo pasteurizado y a su derecha un saco de 150 naranjas para jugo traídas de Nirgua.
“Yo uso potes reciclados porque el costo de los envases está muy elevado. Una sobrina los lava con cloro y me los da”, comentaba Rojas mientras le servía un vaso de jugo a un cliente.
En el centro de la ciudad, por la carrera 19 se para una camioneta todos los días a vender jugos. Sus empleados explicaron que para vender las garrafas le piden a los usuarios que traigan sus propios potes de jugo y ellos lo llenan. El costo de este servicio son mil bolívares.
Abisay Suárez, encargado del puesto explicó que las naranjas utilizadas en el jugo son traídas de Yaracuy. Para ellos sacar la venta del día consiste en contar los seis potes de 44 litros que llenan a diario para la venta.
Más de una persona se acerca al puesto a comprar el jugo. Personas como Jedicson Nuñez van cada vez que pueden a complementar sus desayunos con un vaso de medio litro de jugo.