Lorena Rojas | LA PRENSA DE LARA.- En constante emergencia, así es como se mantendría el estado Lara al hacer que sus habitantes hagan uso frecuente de los camiones cisternas y no tengan a su alcance los 100 litros diarios para higiene y consumo que son establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Una realidad que es alertada por Luis José La Rosa, coordinador del Laboratorio de Calidad Ambiental que funciona en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), al apoyarse en lo establecido en las Normas Sanitarias para el Control de Agua Potable Transportada en camiones cisternas, publicada en la Gaceta Oficial N° 35.827, donde se detalla que el uso de vehículos solamente debe hacerse en caso de emergencias y de forma provisional.
«La norma dice que el uso de los camiones cisternas constituye una medida de emergencia de aprovisionamiento de agua para consumo humano, es decir, que nosotros vivimos en una eterna emergencia porque el suministro llega a través de esos camiones», aseguró.
El experto detalló que también habría algunos camiones cisternas que no están aptos para trasladar el agua, debido a que la norma establece que estos deben ser azul eléctrico y estar numerados.
Esta situación de emergencia se evidencia en diferentes sectores de la ciudad de Barquisimeto, donde los habitantes no tienen otra opción más que pagar a 1.5 dólares cada pipa de agua y a la vez rendir hasta la última gota para evitar que la compra sea tan frecuente.
«En Barrio Unión son pocos los sectores que tenemos agua, en mi casa no llega desde hace dos meses, lo que nos ha obligado a tener que comprarla y ahorrarla, porque ese dinero que destinamos para esa compra antes lo usábamos para alimentos y otras necesidades», dijo Crismary Pacheco.
Aunque algunos habitantes tienen la posibilidad de surtirse mediante camiones cisternas, hay otros que no tienen los medios suficientes, por lo que resuelven buscando en otros sectores o cuando les logra llegar a sus comunidades así tenga turbidez o mal olor la almacenan, para por lo menos usarla en los bañ;os, tal como ocurre en el sector Santo Domingo.
El agua que llega en esas malas condiciones, según Julio Gutiérrez, presidente del Colegio de Ingenieros, no está apta para el consumo porque al tener estas características se nota que no tiene los químicos que requiere para su potabilización.