Lorena Rojas | LA PRENSA DE LARA.- Campañas que impulsen el amor a la madre tierra y a la conservación del medio ambiente de manera permanente es lo que consideran especialistas en materia ambiental que hace falta en Barquisimeto, para ser más amigables con el planeta.
La educadora y miembro del Centro de Formación e Investigación de Fe y Alegría, Luisa Pernalete, explica que la tierra no sólo debe cuidarse en días donde se celebre su concienciación, sino todos los días.
«No se debe esperar a que sea el día de la tierra o el día del árbol para cuidar el ambiente, esto debe ser una cátedra más en las escuelas… se necesitan campañas permanentes de concienciación, pero que estas no sólo sean de ‘cuida el agua’, sino el cómo se cuida. Hay que decir y mostrar lo que hay que hacer», dice.
Explica que perfectamente una persona se podría limpiar los dientes con un vaso de agua, pero por lo general se abren las llaves haciendo que se pierdan muchos litros, resalta que se deberían hacer más campañas de clasificación de los desperdicios, una práctica que en otros países termina generando muchos ingresos.
La falta de conciencia no sólo va desde las pequeñas acciones en casa, sino también se ve en las calles de la ciudad donde las personas lanzan basura a las quebradas o incluso desde sus vehículos tiran los desperdicios.
Pernalete también señala que los ecocidios actualmente se estarían haciendo a la vista de todos y de manera legal, como ejemplo coloca el Arco Minero del Orinoco.
«Tenemos unas autoridades que por un lado hablan de ambiente, pero que por otro ponen como legal el Arco Minero, donde hay unos cráteres inmensos que no se van a recuperar nunca, se necesitan centenares de años para hacerlo. Antes era ilegal, pero ahora es legal, así como también el uso del mercurio para contaminar las aguas, legalmente ocurren muchos ecocidios», denuncia.
En concordancia con la docente Pernalete, el especialista en manejo y conservación de la fauna silvestre, Leonel Ovalle Moleiro, asegura que para que una persona pueda generar conciencia y sepa sobre las consecuencias que pueden causar sobre un lugar, debe conocerlo.
«En el proceso de captar ese conocimiento, si la persona lo relaciona con sus propios sentimientos va a desarrollar empatía y amor por esos animales, esas plantas, por el ambiente. Incluso, le podrá llegar a otorgar un valor sentimental. El conocer es lo que va a generar el estado de conciencia y junto a los sentimientos va a generar el impulso protector y cuidador», asegura.