Osman Rojas | LA PRENSA.- Las puertas de la Emergencia en el Hospital Pediátrico amanecieron cerradas. Un vigilante recibía a las personas que llegaban a la institución para consulta y les explicaba que tenían que irse, pues los médicos no estaban laborando. “Se desbordó la cloaca”, repetía sin descanso el trabajador.
Por segunda vez en menos de una semana, el Agustín Zubillaga de Barquisimeto vio interrumpida las consultas por un brote de aguas negras. Según cuentan los trabajadores, los problemas en la institución iniciaron a eso de las cinco de la mañana cuando un líquido negro empezó a recorrer los pasillos.
“Aquí se activó todo el mundo. A las 5:00 am estaban los médicos llevando a los pacientes de trauma shock a piso para que no se contaminaran”, comentó un trabajador que no quiso revelar su nombre.
En total fueron 25 los pacientes trasladados de planta baja a piso. La fuente indicó que a eso de las 7:00 de la mañana el problema de aguas negras fue controlado; sin embargo, la emergencia no abrió porque necesitaba ser descontaminada y eso es un proceso que se tarda unas 15 horas.
Durante toda la mañana hubo movimiento en las áreas de Emergencia, pero el personal médico no laboró por miedo a infectar a los niños.
“Aquí lo que necesitamos es que la gobernadora reestructure todo el Hospital Pediátrico”, comentó Miguel Durán, padre de un pequeño hospitalizado.
Sobre el problema real que hay en la institución con el sistema de cloacas el informante no entró en detalles, pero reveló que dos veces a la semana la gente de Hidrolara hace presencia en la institución para tratar de dar con el problema, pero todavía nada.
El diario La Prensa quiso hablar con Rafael Agüero, director de la institución, pero esto no fue posible.