Cristina Linárez | LA PRENSA.- Cinco mujeres que trabajaron por ocho años como cocineras de la patria en la Escuela Vladimir Silva, ubicada en El Cercado, ahora se sienten discriminadas por la directiva de la institución y por los integrantes de la UBCh, porque no fueron tomadas en cuenta para reintegrarse al trabajo luego de que el servicio se suspendiera para hacerle reparaciones al comedor.
Nosotros esperamos por cinco años mientras le hacían las reparaciones al comedor de la escuela, y ahora que está listo, nos dicen que ya nosotros no vamos a trabajar, metieron a unas jovencitas”, dijo Milagros Alvarado, una de las cocineras.
Alvarado se quejó de que la edad de las 5 cocineras que prestaban el servicio, al parecer fue la causa por la que no las tomaron en cuenta para el trabajo. Lo cual afirma que dio pie para que “a dedo” metieran a trabajar a familiares jóvenes de la directora y miembros de la UBCh.
Flor Véliz, otra de las cocineras, dijo estar preocupada porque cuando fue suspendido el servicio de comedor, les prometieron que ellas tenían prioridad para ser las cocineras al terminar la obra, pero ahora “nos sacan el cuerpo, no nos quieren explicar por qué no nos tomaron en cuenta”, precisó.
La Prensa intentó hablar con la autoridad de la escuela, pero no fue posible