William Croes | LA PRENSA.- Dueños de unidades aún no terminan de pagar el tarjetero inteligente, cuando recibieron el balde de agua fría al enterarse que deben costear el pago de la máquina captahuella que sale en un millón 100 mil bolívares. Afiliados de la Federación Nacional de Transporte rechazaron tener que pagar dicha cantidad, que significa las ganancias netas de más de un año de trabajo.
Pese a que no tienen bien claro cuál será el nuevo método que propone Fontur para el registro del pago del pasaje estudiantil, se ha asomado la posibilidad de que se haga por medio de una máquina captahuella o sistema biométrico, como el que es utilizado en los negocios que venden productos regulados y que solamente pudieron pagar las grandes cadenas.
“Si muchos hicieron sacrificio en pagar los 200 mil bolívares que costó el tarjetero, es muy difícil que se pueda pagar más de un millón por un biométrico”, resalta Erick Zuleta, quien señala que detrás de todo esta nueva modalidad pudiera esconderse un guiso en la venta de más de 100 mil captahuellas en todo el país.
El Ministerio de Transporte sugiere que, en el transcurso de noviembre y diciembre, los transportistas acepten que los estudiantes muestren una constancia de estudio para abordar las unidades, propuesta que rechazan los choferes.