Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Esa rapidez de la variante ómicron similar a la diseminación del sarampión, el grupo de resistencia a la vacuna y mayor procesamiento de los diagnósticos son los detonantes del salto este 7 de febrero con 517 casos en 24 horas y que ubicó a la región en el primer lugar de la data nacional. Un brinco entre contagios que los expertos consideran desde mayor inclusión de pruebas, además del llamado permanente al cumplimiento de las medidas de prevención.
La región había despedido enero de 2022 con una data que superaba los 163 casos y que tuvo su cumbre de cierre con 313 infectados. Se percibió un ligero descenso, al punto de quedar en 31 afectados, para al día siguiente alzarse en primera fila con esos 517 positivos que dejaron atrás a la región central con los 350 y 210 correspondientes a Miranda y Caracas.
«Esta variante es de más fácil transmisión», señala Javier Cabrera, director regional de Salud, al confirmar esta data como indicativo que se sigue buscando la confirmación de diagnósticos y afrontar las medidas de bloqueo. «El trabajo se viene haciendo y con 96% de recuperación», destaca y reitera la preocupación de una tasa de hospitalización que ha bajado 30%, pero que la mayoría de recluidos no cumple con el esquema completo de vacunación contra el covid-19. Determinan que la primera dosis tuvo más receptividad de la población, pero la segunda suele ser más lenta en la aceptación y eso genera más retraso para la aplicación de los refuerzos, sabiendo que se trata de 6 meses de espera teniendo el esquema completo.
Los saltos en esos registros diarios son percibidos por Jaime Lorenzo, presidente de la organización Médicos Unidos de Venezuela, con la posibilidad de inclusión de los resultados de los laboratorios privados, luego del llamado a informar a Contraloría Sanitaria. «De ser así, deberían aumentar la capacidad de diagnóstico y con la mayoría en sistema», supone de esa realidad que implica más volumen de pruebas procesadas.
Mientras el recordatorio del infectólogo, Antonio González Mata, reitera la obligatoriedad del uso correcto del tapaboca, lavarse las manos y distanciamiento. También cuidar a los niños, cuyo proceso de vacunación es más lento y terminan más expuestos. Los adultos deben cumplir con todos los refuerzos necesarios.