Osman Rojas | LA PRENSA de Lara.- En los mercados de Barquisimeto podrían estar vendiendo medicamentos sin componentes farmacéuticos. De acuerdo a lo denunciado por representantes del Colegio de Médicos y autoridades del Colegio de Farmacéuticos en la región, las medicinas colombianas que inundan las calles de la ciudad serían imitaciones de fármacos que no cumplen ningún efecto sobre el paciente.
«Las personas deben estar muy atentas porque podrían estar vendiendo medicamentos que cumplen un efecto placebo (que siente mejoría en la salud sin ningún motivo científico). Sospechamos que estas pastillas no tienen el principio farmacológico activo, lo que significa que, como tal, no son pastillas que sirvan para tratar las patologías«, dice el doctor René Rivas, presidente del Colegio de Médicos.
Rivas se mostró preocupado por la venta descontrolada de medicamentos en la calle como amoxicilina, ibuprofeno, acetaminofén pediátrico, losartán, anticonvulsivos, buscapina, entre otros y hace un llamado a las autoridades, nacionales y regionales para que frenen el flujo de estos fármacos. «Vemos con mucha preocupación cómo los blísteres son comercializados en los mercados no tienen ni siquiera la fecha de vencimiento. Es ilógico consumir medicamentos de este tipo», señala.
El doctor Omar Álvarez, presidente del Colegio de Farmacéuticos en la región, se ha mostrado muy crítico con esta comercialización, pues asegura que son los pacientes los que sufren las consecuencias de un mal control sanitario. «Pueden consumir falsificaciones de medicamentos. Así como hacen con la leche en polvo o la harina PAN, los fármacos son perfectamente falsificables», dice.
Álvarez indica que los medicamentos son sospechosos desde el mismo momento en que son ofrecidos por los vendedores. «Es ilógico que pastillas como la losartán se consigan en 3 mil bolívares. Eso debe ser investigado», señala.
El farmacéutico hace un llamado a la gobernadora Carmen Meléndez y al Ministro de Salud para que supervisen la venta de estos medicamentos que no tienen ningún control. «Las leyes se hicieron para garantizar a las personas el consumo de medicamentos confiables», concluye.