La industria cinematográfica lamenta el deceso de Diane Keaton, una de las personalidades más singulares y queridas del cine estadounidense, quien falleció a los 79 años en California. A lo largo de una carrera de más de cinco décadas, Keaton trascendió la pantalla, dejando una huella imborrable no solo en la actuación, sino también en el ámbito cultural y de la moda.
El ascenso de Keaton a la fama fue brillante, comenzando con su memorable interpretación de Kay Adams, la pareja de Michael Corleone, en la obra maestra de Francis Ford Coppola, «El Padrino» (1972). Esta exposición inicial estableció su reputación como una actriz con una distintiva naturalidad y una notable profundidad emocional, cualidades que la diferenciaron en un Hollywood a menudo dominado por figuras masculinas prominentes de la época.
La propia actriz, cuyo nombre de nacimiento era Diane Hall, pues adoptó el apellido de soltera de su madre, Keaton, para evitar una homónima en el sindicato, confesó en 2022 que obtener el papel fue «el gesto más amable» que alguien pudo tener con ella, debido a que ni siquiera había leído el guion.
Sus proyectos más destacados en el cine
Su cúspide de reconocimiento llegó en 1977 con «Annie Hall», dirigida por Woody Allen, con quien mantuvo una larga relación tanto personal como profesional, colaborando en filmes como «Sleeper» (1973) y «Love and Death» (1975). Gracias a su papel como Alvy Singer en Annie Hall, Keaton obtuvo el Premio Óscar a Mejor Actriz.
Sin embargo, su impacto cultural se multiplicó por su excéntrico vestuario en la película, caracterizado por el uso de chalecos, corbatas, pantalones anchos y sombreros. Este look andrógino e innovador se convirtió en una tendencia duradera, consolidándola como un verdadero ícono de la moda.
Más allá de su estilo distintivo, Diane Keaton demostró una versatilidad actoral aclamada por la crítica, obteniendo otras nominaciones al Óscar por su trabajo en el drama «Reds» (1981) y, posteriormente, por «Something’s Gotta Give» (2003). Protagonizó éxitos de taquilla como «El padre de la novia» (1991 y 1995) y la taquillera «El club de las primeras esposas» (1996).
Diane Keaton fue una mujer de muchos talentos
Su talento también se extendió a múltiples facetas de la industria: fue directora de películas como «Unstrung Heroes» (1995) y «Hanging Up» (2000), fotógrafa, y autora de tres libros de memorias (Then Again, Let’s Just Say It Wasn’t Pretty, y Brother and Sister).
A pesar de haber mantenido romances de alto perfil con figuras como Woody Allen, Al Pacino y Warren Beatty, Keaton nunca contrajo matrimonio. En cambio, decidió enfocarse en la maternidad en solitario, adoptando a sus hijos Dexter (en 1996) y Duke (en 2001).
Además, su legado se extiende a la filantropía y el bienestar animal, pues colaboró activamente con el Helen Woodward Animal Center en California, ayudando a que más de 313,000 animales fueran adoptados en un solo año gracias a su apoyo a la iniciativa «Home 4 the Holidays».
En 2017, su brillante trayectoria fue reconocida con el Premio a la Trayectoria del American Film Institute, un homenaje que ella correspondió cantando «Seems Like Old Times», la misma canción que inmortalizó en Annie Hall, sellando su legado como una artista cuya autenticidad, tanto en la pantalla como en su vida personal, redefinió los límites de la celebridad en Hollywood.