Luis González| LA PRENSA.-Un caucho atravesado en la calle 4 con carrera 4, de Santa Isabel, es la alerta de un enorme agujero que tiene una profundidad de al menos 5 metros. Al observarlo se ve que es un túnel que conduce hacia el desagüe de toda la comunidad. La preocupación es doble para los vecinos. Piensan que en cualquier momento se puede terminar de hundir el pavimento y el desagüe llegue a un gran colapso.
Vecinos relataron que un mes una parte del asfaltado comenzó a hundirse pero fue hasta una semana cuando notaron que el pavimento había cedido casi un metro de largo por uno de ancho lo que encendió las luces de alarma.
“Es preocupante que se haya caído un pedazo de concreto en una noche, eso deja en evidencia el mal estado que en que se encuentra la calle el cual presumimos que se trata de una filtración”, recalca Adrián Salones habitante del sector.
Una cuadrilla de Hidrolara se acercó hasta la comunidad para realizar una inspección, pero luego de varios minutos informaron a la comunidad que se iban a retirar debido a que no existe ningún bote de agua en la zona y la caída del asfaltado no es de su competencia.
“Algunos vecinos sugirieron tapar el hueco con granzón para evitar accidentes en la vía pero los obreros de la hidrológica rechazaron dicha propuesta debido a que aseguran que se taparía el desagüe ocasionando males peores”, continúa Salones.
Varias propuestas han sido llevadas a la Alcaldía de Iribarren dejando en evidencia la grave situación en la que se encuentran. La línea de los ruta 21 pasan esquivando el hueco que a simple vista parece inofensivo pero al acercarse y dar un vistazo de cerca deja impactado a cualquiera por su profundidad.
A pesar de que los vecinos colocan un caucho para alertar a los choferes, este es retirado en las noches por jóvenes en malos pasos propiciando que vehículos o motos caigan en el hueco que cada vez gana más terreno y las autoridades competentes aún no aparecen.
La comunidad no pega un ojo ante la preocupación.