Víctor Rodríguez | LA PRENSA DE LARA.- Luego de unos años con un panorama complicado, que llevó a la renuncia de Juan José Ávila a la presidencia de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) el 5 de septiembre del 2019, seis días después Giuseppe Palmisano tomó el cargo de manera interina y se disputaron las temporadas siguientes con muchos contratiempos y a contrarreloj. El día de ayer se confirmó que Palmisano seguirá al mando de la pelota rentada nacional.
Luego de realizada la Asamblea de Socios, los ocho equipos que conforman el circuito del béisbol venezolano, se llegó a un acuerdo de manera unánime que Palmisano seguirá en el cargo como presidente.
«El reto siempre ha sido preservar esta tradición venezolana que es el béisbol profesional. Nuestro compromiso es y será llevarle a la fanaticada un evento bien organizado y de buena calidad, tal como se ha hecho en los 75 años de la LVBP», dijo el directivo.
De la mano de Palmisano, se pudo realizar la temporada del 2019 que estaba en medio de un veto de parte de la Major League Baseball (MLB), luego de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos prohibiera a cualquier empresa del país norteamericano, tener vínculos con el gobierno del presidente Nicolás Maduro. Esto conllevó a que parte de la temporada 2019-2020 se jugara sin peloteros que pertenecieran a equipos de las Grandes Ligas.
A finales de sea temporada y luego de diligencias con la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC por sus siglas en inglés), la LVBP logró levantar el veto a medias y solo seis equipos pudieron inscribir a jugadores de MLB, a excepción de Tigres de Aragua y Navegantes del Magallanes ya que la organización estadounidense alegó que estaban vinculadas al Estado Venezolano. La temporada pasada fue igual y hasta el ahora siguen vetados.