Lorena Rojas | LA PRENSA DE LARA.- Como una situación crítica, agobiante y peligrosa catalogaron los pacientes renales de la Unidad de Diálisis Barquisimeto el hecho de estar recibiendo solo dos horas de diálisis en lugar de cuatro, debido a la escasez de agua potable que es necesaria para que funcionen las maquinas de ósmosis.
«Se nos está violando el derecho a la salud, esas dos horas menos que recibimos de diálisis, nos restan tiempo de vida para compartir con nuestra familia», dijo Hilda Basco, quien con tristeza comentó que le gustaría recibir el tratamiento completo, pues desea poder ver crecer a su hijo de 6 años.
La Unidad de Diálisis Barquisimeto para cumplir con sus turnos necesita que se le surta al menos 10 cisternas diarias para atender a los 254 pacientes que asisten de lunes a sábados de diferentes lugares de la entidad, pero supuestamente llega la mitad, por lo que se han visto en la necesidad de reducir el tiempo de las diálisis y poder atenderlos a todos.
«Necesitamos el agua potable para que las máquinas puedan funcionar, esas son como nuestros riñones, el agua ya no está llegando a la unidad y por eso se han reducido las horas de los turnos de las diálisis», comentó la paciente Dayana Díaz, asegurando que si no se hacen las diálisis a tiempo progresivamente van evolucionando hacia una uremia terminal.
Los pacientes comentaron que cada vez que deben esperar que llegue el agua a la unidad, retrasan su rutina y horas de comida, lo que hace que se descompensen más rápido, pues deben seguir una rigurosa una alimentación para poder dializarse.
También destacaron que se han visto afectados por la falta de combustible, ya que a los que cuentan con carros particulares el estado solo les garantiza 30 litros y los que usan el Transbarca para movilizarse hasta las unidades de diálisis deben hacer un gran esfuerzo para llegar a tiempo.
«Pedimos que nos solucionen, no queremos tener más retrasos con el agua y queremos cumplir con las horas completas de diálisis», destacó la paciente Elgri Martínez.
Pacientes renales señalaron que el precio de los medicamentos también los ha golpeado duramente, ya que muchos de ellos son de escasos recursos por los que no pueden cumplir con su tratamiento.