Anaís Mendoza | LA PRENSA.- “Sáquenlo de la patrulla, para ver qué tan guapo es”, eran las palabras de los vecinos enardecidos de la urbanización la Estación. Ellos querían linchar a un supuesto funcionario de la policía estadal al cual identificaron como Mauricio Vargas, después de que éste agrediera a una familia que viajaba en un vehículo ayer al mediodía en la carrera 28 con calle 32.
La señora Lourdes Pérez informó a La Prensa que ella viajaba en su vehículo Dodgde Dart de color azul, junto a su esposo Carlos Parra de 69 años, su hijo con síndrome de down y su sobrina María Ramírez.
Cuando cruzábamos aquí en la esquina de la 28 el policía iba en su moto. Él manejaba muy rápido bajando por esa misma carrera, entonces lo chocamos. El policía, como una animal, se levantó, caminó y le pegó a mi esposo con el casco que cargaba puesto”, dijo muy consternada la señora Lourdes.
Detallan los vecinos que Vargas, golpeó tantas veces al señor Carlos que le partió la cabeza. Mientras el supuesto funcionario le pagaba, se bajó del carro su hijo con síndrome de down. El muchacho quiso defender a su padre de la golpiza pero el policía también lo agredió y le dio una patada en el estómago que lo tumbó al suelo.
Esto lo contó María, la sobrina de la pareja que desde el carro observaba la agresión del funcionario. Ella en ese instante también se bajó del carro y comenzó a gritar y a pedir ayuda con su tía Lourdes. «Todo esto pasó muy rápido; los vecinos nos ayudaron y también comenzaron a pegarle al oficial”, detalló la muchacha.
En ese momento llamaron por teléfono a unahija de la pareja que llegóal lugar y llevó al señorCarlos hasta emergenciadel Hospital Central.
Los vecinos llenos demucha ira, le quemaronla moto al uniformadomientras que Vargas, como pudo zafarse de lamultitud, llamó a una patrulla para que lo salvaran de la golpiza que losvecinos querían darle porhaber maltratado al señor y su muchacho especial.
De la nada llegó una patrulla de Polilara, pues la comandancia general esta a una cuadra y lo resguardaron dentro. De la patada, el muchacho comenzó a vomitar ylos bomberos le prestaron ayuda. Los vecinos firmaron un acta donde fueron testigos de lo sucedido con la intención de colocar la denuncia.