Osman Rojas | LA PRENSA.- Una odisea es para los empresarios mantener las puertas abiertas en sus industrias. Los constantes aumentos salariales decretados por el Gobierno nacional y la falta de divisas y materia prima ha limitado la operatividad de las empresas.
Cuando todavía no ha terminado el primer trimestre del año, la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) reporta el cierre del 35% de las empresas a nivel nacional, situación que agudiza la escasez en el país.
Alberto Gámez, presidente de Fedecámaras Lara, mostró su preocupación por el cierre de tantas empresas y pidió al Gobierno nacional se reformen las políticas económicas para no depender sólo de la importación.
“La negativa del Gobierno en no querer trabajar de la mano con el sector privado nos pasa factura. Ahora mismo el presidente se llena la boca diciendo que importan tanta cantidad de alimentos, lo ven como un triunfo cuando en realidad es un fracaso. El triunfo sería producir aquí lo que se necesita”, sentenció Gámez.
El presidente de Fedecámaras en Lara reprochó el aumento inconsulto de la unidad tributaria que pasó de 167 a 300 bolívares la semana pasada y dejó claro que a los empresarios nadie les consultó a la hora de tomar esta decisión.
“El deber ser es que el Gobierno, el empleador y el empleado evalúen los ajustes salariales, pero el Gobierno nacional hace las cosas como a ellos mejor les parece y así no sirve. Se mata la economía con políticas erradas y se improvisa para intentar salir de la crisis”, dijo.
Gámez explica que los empresarios no están en contra de los ajustes salariales, pero pidió mayor responsabilidad al Ejecutivo nacional. “Un trabajador contento rinde más, pero a las empresas se nos obliga a pagar cuando no tenemos para producir”, concluyó.