José Daniel Sequera | LA PRENSA.- Una gran conmoción hubo en el pueblo de Santa Inés, municipio Urdaneta, ayer a las 11 de la mañana debido al asesinato de un joven que mataba tigritos como mototaxista.
La víctima, respondía al nombre de Henry Alfredo Almao (24), quien hasta noviembre del año pasado se desempañaba como trabajador en una fábrica de zapatos en Barquisimeto.
Según vecinos de la localidad, Almao era también conocido como “El Chino”, estaba ayer en la entrada de la calle La Libertad, Santa Inés, discutiendo, con un hombre.
Lugareños cuentan que ellos escuchaban la discusión, encerrados en sus casas, hasta que se escuchó el tiro. El asesino se dio a la fuga inmediatamente, mientras que “El Chino”, como pudo, caminó una cuadra más, cayendo desmayado frente a una carnicería.
En eso, unos amigos que andaban en moto, pasaron por ahí y lo recogieron, llevándoselo de una para el ambulatorio del sector.
El hombre llegó al centro asistencial, con un impacto de bala en la parte posterior del hombro derecho. El orificio no tenía salida.
A los diez minutos de haber sido ingresado, Almao murió. Unas tías, que era con las que él vivía, estaban muy consternadas por la muerte de su sobrino.
“Él era un muchacho tranquilo, que no hablaba con nadie”, asomaron.
Asimismo, se pudo conocer que los padres del occiso no se encontraban en el sitio porque estaban de viaje.
Afuera del ambulatorio un gentío se acumuló, porque querían saber lo que había sucedido con “El Chino”. Fue tanta la conmoción que la Policía Nacional Bolivariana (PNB), la Policía del estado Lara (Polilara) y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), tuvieron que estar allí para controlar a la marea de gente que se aglomeró.