Rosalinda Peñaranda | LA PRENSA.- “Uno le da con el pie y parece un tambor” dice con sarcasmo Alexis Medina, refiriéndose a las condiciones en que se encuentra el piso de su casa a causa de las filtraciones generadas por el tanque que surte el agua a más de 15 comunidades de la parroquia Unión.
Medina da gracias a Dios que hasta el momento no ha sucedido ninguna desgracia, pues las paredes de su casa están todas grietadas, y el piso está desnivelado porque en algunas partes ha cedido y se sienten como un tambor por el aire contenido y la presión.
La calle principal de Las Veritas es la más afectada, junto a todas las casas de esa cuadra. Los vecinos cuentan que esa calle era hace más de 15 años una quebrada, la cual rellenaron con escombros y luego cubrieron con concreto.
Desde hace 7 años empezaron a presentar problemas con el desbordamiento de las cloacas y las filtraciones del tanque de los Altos de Jalisco, esto ha causado que la calle se desnivele y cada semana aparezca un nuevo hueco.
Martina Bracho, una señora con más de 70 años de edad, residente de las Veritas, espeta que “La semana pasada se abrió un hueco en el frente de mi casa y me tuve que poner a cargar un tobo con escombros para tratar de rellenarlo”. Así como la señora Bracho les toca resolver a varios vecinos para evitar accidentes.
Maritza Neveda, vocera de la comunidad, lleva más de 6 años haciendo el llamado a las autoridades de Hidrolara para que le hagan mantenimiento al tanque de Alto de Jalisco, ya que por las filtraciones, varias de las casas están en riesgo; pero la respuesta que ha recibido de los ingenieros, es que dicho mantenimiento es muy caro, a lo que Neveda asegura que “más caro le va a Salir cuando se venga eso abajo y arrastre a toda la comunidad”.
Los residentes de los sectores Altos de Jalisco y Las Veritas hacen un llamado al gobernador Henri Facón y al presidente de Corpolara Reyes Reyes para que dejen a un lado diferencias políticas y se unan por solucionar las problemáticas de las comunidades más necesitadas.