Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- Con sagacidad opina sobre el acontecer nacional en Twitter y sus comentarios suelen volverse rápidamente tendencia. Enrique Aristeguieta Gramcko tiene 90 años, pero goza de mucha lucidez y experiencia para entender los vaivenes de la política. Se formó en dictadura y tiene la hazaña de ser el único venezolano que integró la denominada Junta Patriótica de 1958 que queda vivo, contribuyendo al derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez.
«Soy activo hasta donde puedo. Todavía, afortunadamente gozo del sentido de la vista, del oído, puedo caminar, me puedo trasladar, no se me van las ideas. Yo observo a los partidos políticos, saco mis conclusiones y digo lo que pienso«, expresa.
Asegura conocer muy bien a los gobiernos autoritarios como el de Nicaragua. Sostiene que en los 90 le tocó negociar con Daniel Ortega para que permitiera elecciones libres. «Yo participé mucho en ese proceso de negociación para convencerlo y que permitiera elecciones democráticas. Esos comicios los perdió y ganó Violeta Chamorro. Él no está dispuesto a correr ese riesgo nuevamente», manifestó.
Las elecciones internas de oposición son una carrera de obstáculos ¿Cree que se puedan realizar las primarias?
En este momento no lo sé, yo espero que el Gobierno no sea tan torpe para seguir obstaculizando las primarias. Pienso que eso es lo que procede en un país que se dice estar regido por un sistema democrático. Lo que pasa es que sabemos todos que la gente del régimen no es demócrata.
Usted cree que la vía electoral no es la única para salir de la crisis. ¿Qué otra vía puede haber si cierran la posibilidad de las primarias?
En emergencia las naciones tienen que buscar su acomodo. Cuando hay un régimen que se empecina en obstaculizar y cerrar las salidas democráticas siempre es como un agua represada, si tú la represas mucho ella salta por encima de la talanquera y sigue corriendo. Eso ocurrió en 1957 y 1958, Pérez Jiménez estaba obligado a convocar unas elecciones de acuerdo a la Constitución que había hecho él a su medida, pero él no quiso convocarlas. Entonces le aconsejaron que inventara una cosa que no estaba en la Constitución, que era un plebiscito, que fue una pantomima para no tener que medirse. ¿Qué pasó?, que el país no lo toleró, reventó y se tuvo que ir por las malas.
¿Para usted, María Corina Machado es una líder o un instrumento divisor de la oposición?
María Corina es una persona muy seria, valiente, yo la admiro mucho y la respeto. Creo que en este momento es la principal exponente de la oposición al régimen. Los partidos la han execrado, la han marginado, yo creo que están cometiendo un error.
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