Anaís Mendoza LA PRENSA.- En cuestión de segundos se piraron. Cinco hombres que se encontraban en uno de los calabozos de la comisaría de Polilara en Río Claro se evadieron el domingo en la tarde y lo hicieron, según se conoció, sin mayor complicación.
Entre los otros 43 reos que se encuentran en Río Claro, cinco malandros fueron los astutos que abrieron el candado de la celda y sin mayores obstáculos se escaparon. Los tipos aprovecharon un descuido de los policías que estaban de guardia para escabullirse, pero uno de los que ya estaba en la calle fue recapturado una hora después.
Los cinco hombres se escaparon corriendo por la entrada principal, mientras que los funcionarios que estaban cuidándolos lograron atrapar a los otros reclusos que intentaban huir. De esta forma evitaron que la fuga fuera masiva.
Dionny Javier Canelón Gil detenido por robo agravado, Kelvin José Barreto (27) aprehendido por robo de vehículo desde el 20 de agosto, Franyer Arcelis Hernández Carmona (28) y Junior José Peña Gil, quienes están en cana desde el 18 de agosto son los malandros que se encuentran en la calle mientras que Anderson José Gil Aldana (20) es el hampón que no duró mucho en la calle.
Anderson se encontraba caminado por una de las calles de la urbanización Brisas del Obelisco, al oeste de la ciudad. Cuando vio a los patrulleros se puso muy nervioso, esto alertó a los policías que al ver su actitud lo detuvieron y se percataron de que se trataba de uno de los fugados.
La noticia se dio a conocer a través de una rueda de prensa en la Comandancia General de la Policía Estadal. Luis Rodríguez jefe de Polilara, reveló que los evadidos estaban en la misma celda, juntos planearon tumbar el candado de la celda donde estaban.
El mandamás de las fuerzas policiales de la región argumentó que esta fuga se debe a la situación de crisis que se viven en todas las comisarías de este organismo, pues a todos los “funcionarios se les dificulta cuidar a los detenidos debido a la sobrepoblación que están recluidos en las celdas”.
Rodríguez detalló que en la comisaría de Río Claro, al sureste de Iribarren, hay un total mil 200 detenidos cuando el espacio de los calabozos está determinado para albergar sólo a 200 arrestados. “La capacidad máxima de los calabozos está rebasada en todas las comisarías”, dijo.