José D. Sequera | LA PRENSA de Lara.- Sentado en una silla frente a un televisor quedó muerto Rubén Darío Colmenárez, de 58 años, la madrugada del viernes por un presunto infarto mientras cumplía sus funciones de la Milicia Bolivariana en la sede administrativa de Corpoelec, ubicada en la avenida Carabobo entre carreras 28 y 29 de Barquisimeto.
Según detallaron allegados de Rubén, él había llegado el jueves en la noche al edificio para cumplir su guardia de resguardo de 12 horas. Supuestamente, se había quejado de un dolor de cabeza y uno de sus compañeros le dio una pastilla.
Sin embargo, a las 5:00 de la mañana fue hallado sin signos vitales por uno de ellos en la sala de visitas de Corpoelec. Llamaron a los Bomberos de Iribarren pero cuando llegaron, constataron que estaba muerto.
Funcionarios del Cicpc se encargaron de levantar el cadáver y trasladarlo hasta la morgue del Hospital Central de Barquisimeto.
Allegados de Colmenárez comentaron que él era líder social en Colinas de San Lorenzo I, lugar donde él residía solo, pues se había separado de su pareja y el único hijo que tiene vive en Perú desde hace un año.
Además, comentaron que Colmenárez se unió a la Milicia Bolivariana hace cuatro meses, pero desde unos 60 días cumplía labores de vigilancia en Corpoelec a las que alternaban con los «tigritos» que mataba como albañil.
Sobre sus problemas de salud, precisaron que él era paciente cardíaco pero no cumplía el tratamiento al pie de la letra porque no conseguía la pastilla que necesitaba.