miércoles, 6 noviembre 2024
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Heridas en el cuello acabaron con Nelson

Sequera/Díaz/HR | LA PRENSA.- Con dos heridas en el cuello de aproximada­mente cuatro centíme­tros de diámetro quedó Nelson Daniel Arévalo Avendaño (22). El estu­diante de Derecho de la UFT murió ayer en la tar­de durante un enfrenta­miento entre manifes­tantes y la Guardia Na­cional (GNB) luego de que iniciara una protesta contra el Gobierno en Club Hípico Las Trinita­rias.

Se pudo conocer en la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda que uno de los orificios está del lado iz­quierdo. Mide unos cua­tro centímetros. Tenía rastros de sangre y pre­sunta pólvora en los bor­des. Además se le precisó una pequeña mancha ne­gra debajo de la herida. La otra lesión se ubica del lado derecho, es un poco más pequeña que la de la izquierda. También presenta sangre y restos de piel colgando en los bordes. Cerca de la claví­cula tiene como una es­pecie de heridas leves de distintos tamaños y en el pecho y espalda había manchas de sangre.

Desde las 10:00 de la mañana Nelson se en­contraba en las inmedia­ciones de los edificios de Las Trinitarias y de su ca­sa de estudios protestan­do. Cuentan testigos que para ese momento el chamo estaba junto a otro grupo de jóvenes en­capuchados.

En horas del mediodía, desde las avenidas que conectan con el sector El Ujano, llegaron funcio­narios de la Guardia Na­cional hasta donde se ubicaban los encapucha­dos. Apenas arribaron, comenzaron a dispersar a los protestantes con bombas lacrimógenas y perdigones.

Esta acción duró minu­tos, pero luego de un rato de calma, a eso de la 1:50 de la tarde, el enfrenta­miento entre militares y encapuchados se reacti­vó, pero esta vez era en el puente Guardagallo. Los encapuchados detallaron a La Prensa que en ese instante lograron ver a funcionarios en la sede del Saime disparando ha­cia ellos.

Explicaron que entre los proyectiles que les tiraban los GNB, pi­llaron varias metras. “Dominc el ídolo”, co­mo conocían a Arévalo por haber luchado desde 2014 contra el Gobierno, según narraron los con­sultados, se ubicaba va­rios metros detrás de un grupo de “escuderos” que hacían frente a los militares.

Los encapuchados esta­ban muy cerca del semá­foro vía al Saime, cuando algunos sintieron que uno de los protestantes cayó al piso. A eso de las 3:15 de la tarde otros encapucha­dos sin precisar quién estaba en el piso, arras­traron al caído unos 20 metros.

“Cuando le quitaron la capucha y la máscara que cargaba empezó a salir mucha sangre del cuello, boca y nariz, fue ahí cuando pudimos ver có­mo sus ojos comenzaron a mirar lejos mientras el sangrero salía por todas partes”, narró uno de los consultados el momento cuando identifican a Aré­valo.

A los segundos, una ca­mioneta que manejaba una mujer fue detenida por los encapuchados y allí montaron al herido. “Le pedimos el favor a ella para que lo llevase
hasta un centro asisten­cial”, acotaron otros in­formantes.

El joven fue llevado has­ta la clínica Razetti, pero murió al llegar.

Dos versiones

De la muerte de Arévalo se tienen dos hipótesis: la primera versión es da­da por familiares y testi­gos del hecho, quienes informaron que fue un proyectil que vino desde la zona en la que se en­contraba la guardia.

“Él estaba parado acom­pañado por casi 15 mu­chachos, en ese momen­to se escuchó una deto­nación del lado de los guardias y fue cuando él cayó”, detalló la fuente consultada.

La otra versión, que fue dada por el ministro Nestor Reverol, el estu­diante murió “tras mani­pular un explosivo de fa­bricación artesanal (mor­tero)”. Detalló que según unos testigos “el artefacto le explotó” cuando lo accionó en la manifestación.

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