Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- En Venezuela la emergencia sanitaria por la COVID-19 aumentó los patrones violentos, de todo tipo de delitos. El flagelo de las extorsiones, ha tomado mayor auge pues al mes solo en Lara se registran al menos 60 denuncias, según fuentes ligadas al Conas y a la División Antiextorsión y Secuestro del Cicpc. Según los registros de LA PRENSA, durante los cuatro meses, el hampa ha perpetrado cinco ataques con artefactos explosivos contra empresarios y comerciantes.
Carlos Meléndez, coordinador del Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV) informó vía telefónica, que este delito, desde 2016 hasta la fecha, ha estado «subiendo y bajando» de manera constante. Pero este año el delito ha resurgido en primer lugar por que las personas se encuentran en sus casas al no poder salir por las medidas adoptadas por el coronavirus y en segundo lugar que las personas al no tener mucha actividad se vuelcan a las redes sociales donde no solo buscan información, sino que colocan información personal que es valiosa para los delincuentes.
Una fuente ligada a la División Antiextorsión y Secuestro del Cicpc, contó que las extorsiones van dirigidas a las personas con mayor poder adquisitivo que ostentan autos, joyas y que manejan dólares en cantidades. Por lo que recomiendan que no coloquen esa información en redes sociales para evitar ser víctimas de una extorsión.
Además expertos en materia de seguridad consultados detallaron que este delito no parte solo en lanzar granadas a establecimientos o viviendas, sino también en clonar Whatsapp y hasta ventas fraudulentas de vehículos, todo con el mismo fin, lograr obtener información suficiente de la víctima. Muchas de las extorsiones son carcelarias y de acuerdo a investigaciones provienen de Tocorón, Oriente y Trujillo.
Desde el mes de Mayo propietarios de concesionarios (Venta de vehículos) han sido blanco de los delincuentes quienes al ver que no les pagan el monto exigido lanzan granadas fragmentarias a los negocios como una manera de advertirles a sus víctimas que no están jugando. Los primeros días de mayo en un concesionario de venta de carros, ubicado en la avenida Venezuela con Bracamonte, delincuentes lanzaron una granada fragmentaria. Tras la explosión, las esquirlas impactaron contra nueve vehículos y una moto que se encontraban estacionadas.
El día del ataque, se conoció por fuentes policiales que el propietario había recibido mensajes extorsivos. Sin embargo, fuentes contaron a LA PRENSA que las víctimas no han cancelado dinero a los delincuentes.
Tarek William Saab, fiscal general, indicó en un balance ofrecido en marzo de 2020,que entre agosto de 2017 y diciembre de 2019, el Ministerio Público procesó 4 mil 84 casos de extorsión y secuestro, 3 mil 642 imputaciones, además de realizar mil 387 acusaciones, logrando obtener 688 sentencias condenatorias.
Llamadas desde las cárceles
Expertos en Antiextorsión y Secuestro detallaron que cuando hacen un rastreo de los números, de donde salieron las llamadas extorsivas o de cualquier hecho delictivo, se hacen desde penales de diferentes estados del país.
Un caso reciente fue el de Richard Sierralta (27), apodado el «Carora», detenido por el Conas por presuntamente, estar involucrado en la muerte de Yordan José Araujo Briceño, oriundo de Trujillo y quien viajó hasta el municipio Torres para finiquitar el negocio de un camión.
Tras las investigaciones, alias «Carora», quien estaba recluido en la cárcel de Trujillo, y salió en libertad tres días antes del hallazgo del cadáver de Yordan.
El «Carora», supuestamente, fue quien mantuvo comunicación con Yordan y bajo engaños le dijo que en el caserío El Tablón de Torres estaba el camión, que la víctima quería comprar y que lo vio a través de Facebook. Luego que la víctima viajó hasta Lara y los choros se percataron que no cargaba el dinero lo mataron.
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