Euseglimar Gonzáles | LA PRENSA.- Obreros y educadores se llevaron tremenda sorpresa ayer en la mañana, cuando ingresaron a la Unidad Educativa Nacional Santa Rosalía y vieron que el hampa los visitó y hurtaron la comida del comedor.
Los hampones ingresaron por la parte de atrás de la institución, saltaron la cerca de alfajol e ingresaron a la escuela. Llegaron a la puerta del cuarto en donde está la despensa de la comida, quitaron la bisagra y forzaron el candado para poder entrar.
Dentro estaban los bultos de comida entre esos granos (caraotas), mantequilla, aceite, pasta, arroz y azúcar. Los hampones cargaron con 12 bultos de caraotas, cada uno con 24 unidades de un kilo.
Obreros comentaron que en la escuela estaba un vigilante en la noche, pero éste le dijo al director que no había escuchado ruido a la hora que entraron los delincuentes.
El miércoles en la noche llegó la comida repartida por el Sistema de Alimentación Escolar (SAE) a la escuela, vecinos cuentan que quizá los hampones se dieron cuenta y el jueves en la noche fueron por ella.
“Los malandros trajeron hasta sacos para meter la comida, porque aquí dejaron las evidencias”, soltó Érika Mendoza, cocinera.
Los empleados comentaron que era primera vez que le llegaba tanta comida, pues deben alimentar a más de 800 alumnos y esa comida sería rendida para al menos 15 días.
Los choros no alcanzaron llevarse todo, dejaron varios bultos de pasta, uno de caraotas y arroz.
Este es el primer robo del año, pero en 2015 detallaron que fueron alrededor de 8 hurtos. Los trabajadores pidieron más vigilancia y patrullaje para la zona para evitar que sigan los robos de comida, pues dejan a los niños sin poder comer.
Ayer pusieron la denuncia ante el Cicpc.