Gabriel Grisanti | LA PRENSA.- A Alfredo José Mendoza Suárez, de 28 años, quien fuera bautizado en su mundo delincuencial como “Alfredito El Pollo”, le llegaron justo cuando dormía, en la vivienda donde se “enconchaba”, situada en la avenida principal del sector La Crespera, de la comunidad Agua Fría.
Funcionarios de la Base de Secuestro y Extorsión Lara del Cicpc, armaron su comisión e irrumpieron ayer, a las 6:00 am en esta localidad perteneciente a la parroquia Yacambú del municipio Andrés Eloy Blanco. Al despertarse bruscamente, agarró su arma Smith & Wesson calibre .40, modelo 410 e intentó defenderse, pero los miembros del organismo de investigación criminal lograron herirlo.
Según una fuente policial “Alfredito El Pollo” recibió dos disparos en el pecho. El delincuente, junto a sus compinches, venía siguiendo el legado que dejó Francisco Antonio Medina Sivira, alias “El Pollo”, cuya organización delictiva mantenía una agenda de terror en diferentes comunidades del municipios Jiménez. Se supo que “Alfredito El Pollo” estaba con uno de sus secuaces, alias “Manuelito”, cuando los hombres del Cicpc entraron a su concha.
Una fuente que pidió proteger su identidad, aseguró que él, durante la balacera que se produjo, buscó escapar en la zona alta del municipio Andrés Eloy Blanco. Sin embargo, funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana que andaban pendientes de la situación, lo encontraron y éste, les hizo un aguaje de querer entregarse. En ese momento, fue detenido.
El abatido “Alfredito El Pollo” cargaba una cédula falsa, con el siguiente nombre: Brodery José Mendoza Liscano. Estaba residenciado en la comunidad La Ceiba, perteneciente a la parroquia Coronel Mariano Peraza, del municipio Jiménez. Entre los compinches suyos, figuran el “Manuelito”, el “Ricky” y “Chuquita”.
Sus actividades más fuertes eran robo y hurto de vehículos y extorsión. Uno de los métodos que han aplicado para acorralar y atemorizar a sus víctimas, es enviarle una foto grupal con poses desafiantes, portando sus armas de fuego con sus respectivos cargadores largos.
Si el extorsionado no accedía a sus peticiones, ellos los amenazaban con ir hasta sus casas o a cualquier sitio en el que se encontraran para matarlos. El Cicpc Lara sigue tras la pista de otros aliados del abatido.