Isabella Delgado | LA PRENSA.- El magisterio estadal está alerta luego que el presidente Nicolás Maduro informara que la nómina nacional asumirá a los maestros dependientes de la Gobernación de Trujillo. No se oponen a un cambio de patrono directo si la medida se extiende para todo el país, pero presagian que puede traer problemas.
Para Manuel Galíndez, secretario de la Federación Nacional de Trabajadores de la Educación (Fenatev), uno de los riesgos de un cambio de patrono directo es las jubilaciones “por oficio” que viene ejecutando el Ministerio de Educación a los docentes de dependencia directa. Se refiere a la desincorporación de maestros sin su consentimiento que, a su juicio, está motivada por el ahorro que significa dejar de pagarles el bono de alimentación (Bs. 63.720) que sólo reciben los docentes activos.
El vocero de la coalición sindical larense explica que este tipo de cambios pone en riesgos la descentralización del sistema de educación. “El nuevo diseño curricular no lo han implantado en las estadales que no tienen afinidad con el Gobierno. Esto puede ser un trasfondo”.
Desde el punto de vista técnico, que el Ministerio de Educación asuma a la nómina estadal del magisterio puede originar choques entre las contrataciones, pues los nacionales y estadales se rigen por convenciones colectivas diferentes. Las primas, beneficios y especificaciones varían. Por ejemplo, en el caso de la prima de posgrado los estadales las calculan en base a 50% del sueldo, mientras que los nacionales la referencia es 30%.
El Gobierno nacional tiene que convocar a las federaciones si es que quiere asumir a todos los estadales. Tiene que ser con diálogo. No puede ser de forma unilateral”, aseveró Galíndez. En Lara los docentes estadales actualmente luchan por el pago de beneficios y contratación colectiva.